"La espera de su nacimiento en el cielo -informan sus hermanas desde Saluzzo- se extendió más allá de toda expectativa humana, llenando de oración y afecto, dando emoción y gratitud a los corazones de todos".
El Papa inició su alocución con un sincero análisis de la grave realidad mundial y afirmando también que la JMJ es una oportunidad para abordar las urgencias del medioambiente, de los jóvenes y la fraternidad "que los cristianos aprendemos de Nuestro Señor Jesucristo".
Cuando despertó, Magdalena recuerda que tuvo la sensación de que todo estaba ocurriendo de verdad. A partir de ese momento, el miedo la abandonó “y empecé a rezar la Novena a la Virgen de Pompeya”, confidencia.