«Y también les sugiero que aprendan y mediten a menudo la magnífica oración: "Padre mío, me entrego a ti, haz conmigo lo que te plazca. Hagas lo que hagas conmigo, te lo agradezco. Estoy preparado para todo, lo acepto todo. Mientras se cumpla tu voluntad en mí y en todas tus criaturas. No deseo nada más, Dios mío..."».
El Vicario de Cristo dijo a los participantes en la Plenaria del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos que ignorar las “divisiones entre los cristianos, por costumbre o resignación, es tolerar la contaminación de los corazones, siendo así terreno fértil para el conflicto”
El Pontífice alentó a los miembros de la Comisión Pontificia para la Protección de Menores para que propongan "los métodos mejores para que la Iglesia proteja a los menores y a las personas vulnerables y ayude a los sobrevivientes a curarse, teniendo en cuenta que la justicia y la prevención son complementarias".
«¡Cristo ha resucitado! ¡Verdaderamente ha resucitado!». Hoy más que nunca tenemos necesidad de Él (…) Necesitamos al Crucificado Resucitado para creer en la victoria del amor, para esperar en la reconciliación. Hoy más que nunca lo necesitamos a Él, para que poniéndose en medio de nosotros nos vuelva a decir: «¡La paz esté con ustedes! (…) Hermanos y hermanas, ¡dejémonos vencer por la paz de Cristo! ¡La paz es posible, la paz es necesaria, la paz es la principal responsabilidad de todos!».