"En esta ocasión nos guio especialmente la figura de la Virgen María. Ella nos transmite la alegría de saber que Dios nos llama por nuestro nombre, nos llama por nuestro nombre a todos; Dios nos convoca para formar parte de su Pueblo y nos envía para salir "sin demora" a anunciar que Él es nuestro Padre y ama a todos sus hijos", alentó el Pontífice.