Que tu hijo menor de edad ve porno sin que te enteres o que comiences a tomar conciencia de ello recién al observar cambios en su conducta cotidiana, es algo ya habitual en las familias. Pero hay una solución que al final la destacamos.
La realidad es que el porno está corrompiendo el alma de las nuevas generaciones y como consecuencia dañando sus mentes, trastocando su afectividad y sexualidad. Afirmación que surge al tenor de los testimonios que recogen profesionales de la salud mental que atienden a menores como el psicólogo Philip Zimbardo quien hace algún tiempo advertía en Portaluz: "¡Abre los ojos! Tus hijos están siendo sometidos por la pornografía y los videojuegos".
Asimismo, en una reciente entrevista con ABC de España el sociólogo Juan González-Anleo, comentando resultados de una investigación sobre esta lacra, declaraba que los niños … "oyen hablar a sus compañeros y les entra la curiosidad. El porno llega a través de la pantalla con imágenes sugerentes que les incitan a pinchar. Lo contradictorio es que lo visualizan antes de dar su primer beso, de saber qué son las relaciones sexuales y lo más aberrante es que los contenidos que ven no son solo de una relación entre un hombre o mujer".
Están viendo una serie de prácticas donde abundan las perversiones y la violencia, advierte el profesional y destaca: "Es más, hay una página web en la que se ofrecen visualizaciones de sexo por categorías: con extraterrestres, monstruos y vampiros..., pero también con silla de ruedas, dolor, gritos, mutilaciones, secuestros, violaciones, tortura, necrofilia, estrangulamiento...".
Y todo esto ocurre en el patio de la escuela, cuando son llevados en minibús de regreso al hogar o en sus dormitorios, mientras los padres preparan la cena. "Puede ser a través de un videojuego, por una búsqueda que hacen en el móvil sobre un comentario que han escuchado, por recomendación de un amigo… El resultado es que los niños, de forma cada vez más temprana y, con frecuencia, de manera involuntaria, están accediendo al porno", advierte en ABC Alejandro Villena, director clínico de la Asociación Dale Una Vuelta que acaban de activar la campaña #GeneraciónXXX, poniendo en circulación el siguiente video de prevención y denuncia:
¿La solución?
Los padres tienen el deber de enseñar a sus hijos a amar… educándolos en la fe, en la doctrina de la Iglesia sobre el bien y el mal, en particular con el propio testimonio de vida. Sólo así los niños podrán ir desarrollando un filtro interno, que los habilite para reconocer y rechazar el contenido sexualmente explícito o cualesquiera que fuere inmoral, cuando lo vean.