
Portaluz. Luis Santamaría del Río
14 Abril de 2025El pasado 8 de abril salió a la luz un nuevo informe de la Misión Interministerial de Vigilancia y Lucha contra las Derivas Sectarias (MIVILUDES), el organismo gubernamental francés dedicado al fenómeno de las sectas. En él se sintetizan las actividades llevadas a cabo entre los años 2022 y 2024 y, a partir de la labor de esta entidad, puede percibirse claramente la actualidad del sectarismo en Francia y, en cierta forma, las tendencias que están sucediendo a nivel global.
El informe relata que durante el último trienio las consultas sobre el fenómeno sectario relativas a asuntos tales como la salud y el bienestar (37 %) superaron a las que tenían que ver con la religión y la espiritualidad (35 %). En total, la MIVILUDES recibió algo más de 13.000 consultas o requerimientos entre los años 2022 y 2024, y el apartado numéricamente más importante es el que tiene que ver con lo terapéutico. De esta forma, las cifras confirman lo que afirma en su artículo editorial inicial el ministro François-Noël Buffet: "las derivas sectarias, que solían limitarse a las esferas religiosa y espiritual, ahora afectan a áreas más amplias de nuestra vida cotidiana: salud, bienestar, formación, asesoramiento, etc.".
También llama la atención que, en los casos en los que las consultas se han efectuado sobre individuos particulares (con la sospecha de que pudiera tratarse de gurús sectarios o personajes similares), cerca del 20 % eran profesionales de la salud, psicoterapeutas y psicólogos.
En la introducción al informe, los responsables de la MIVILUDES reconocen que, frente a las ideologías que en la época contemporánea preconizaron la desaparición de la religión, "la secularización que está experimentando la sociedad francesa no ha extinguido el deseo individual de espiritualidad en todas sus formas, que se manifiesta en creencias religiosas o no religiosas y en diversas interacciones sociales". Aquí es donde se enmarca el fenómeno sectario. Aunque, como dejan claro, "las derivas sectarias no se caracterizan por la fe en sí misma, sino por su explotación con fines de manipulación".
Y, con una mirada más amplia, esto lleva a tener en cuenta la dimensión espiritual para entender el desafío de las pseudoterapias: "la reciente crisis sanitaria también ha tenido un impacto en las creencias en general, amplificando la retórica de carácter conspiratorio que cuestiona no sólo las instituciones públicas, sino también los datos obtenidos de la ciencia".
Más allá de las sectas: el riesgo de la New Age
Como hemos visto, el informe del organismo interministerial francés amplía su mirada más allá de las sectas "clásicas", configuradas en torno a la religión y el esoterismo, para fijarse en el conglomerado de las espiritualidades alternativas difusas que suelen agruparse bajo el paraguas de la Nueva Era (New Age). Se trata de propuestas que, frente a las religiones tradicionales, "ofrecen una amplia variedad de conceptos y prácticas individuales o colectivas, con poca ritualización, que pretenden dar a cada uno la posibilidad de buscar el sentido, el autoconocimiento o la trascendencia".
Alejadas -supuestamente- de lo dogmático, estas nuevas formas espirituales se centran en "la búsqueda del yo, el bienestar y la felicidad inmediata". Y el informe detalla una serie de manifestaciones concretas que se dan en Francia: brujería, magia (negra, blanca o verde), chamanismo, druidismo, "ciencias ocultas" (astrología, adivinación, lectura de manos, clarividencia, tarot, numerología...), activación de la energía, vibraciones o magnetismo, y la correspondencia natural entre las personas (las denominadas "llamas gemelas", etc. En este contexto se constata con preocupación "la aparición de nuevas formas de abuso sectario".
En muchos casos, el adoctrinamiento de estas sectas incluye todo un discurso sobre la dimensión física del ser humano "no sólo a través de técnicas psicoespirituales (como el reiki), sino también con técnicas esotéricas o mágicas (danzas sagradas, activación de fuerzas naturales...) que promueven la salud e incluso la curación". Esto lleva a proponer "una serie de tratamientos no validados científicamente" con el reequilibrado de campos vibratorios o energéticos, la liberación de bloqueos internos, las constelaciones familiares, las terapias cuánticas, morfológicas o magnéticas. Lo que supone unos efectos verdaderamente peligrosos.
Cuando entra en juego la salud
Como caldo de cultivo para el auge del fenómeno sectario, y especialmente en su parte pseudoterapéutica, se une la situación social general a las circunstancias particulares que vive cada persona. Por ejemplo, la pandemia del COVID-19 y todo lo que trajo consigo ha favorecido la multiplicación de las teorías de la conspiración y de las propuestas alternativas a la medicina convencional. Lo subraya el ministro Buffet cuando dice que "en el ámbito de la atención sanitaria, las terapias alternativas y las prácticas no convencionales han aumentado debido a la gran vulnerabilidad de las personas que sufren enfermedades físicas o mentales". Y, en este contexto, los menores "son más susceptibles a los mensajes que circulan en las redes sociales".
En el informe leemos que "es común que la salud de los miembros de grupos que utilizan prácticas posiblemente sectarias se vea comprometida". Efectivamente, "algunas personas son alentadas e incluso obligadas a usar sustancias psicotrópicas, a veces clasificadas como narcóticos, para alcanzar 'estados superiores' o 'cambiar su conciencia', a menudo bajo la cobertura de rituales chamánicos ancestrales".
Otra práctica habitual es la de recibir presiones para abandonar los cuidados médicos convencionales, "lo que puede provocar una interrupción repentina del tratamiento" por parte del enfermo. Y el organismo gubernamental francés pone un ejemplo real: "un adepto, por consejo de su 'guía', reemplazó los antipsicóticos por aceites esenciales y terminó teniendo que ser ingresado en un hospital psiquiátrico". También relata que "varias mujeres con cáncer de mama murieron después de rechazar las intervenciones quirúrgicas necesarias por consejo del movimiento internacional de yoga al que pertenecían".
Un asunto de especial gravedad
El documento francés alerta sobre las consecuencias que pueden derivar del seguimiento y práctica de las derivas sectarias que tienen que ver con la salud, "especialmente graves". En concreto, señala que "a los riesgos habituales" de las sectas "de ruptura con la familia y los allegados, exigencias financieras exorbitantes y trastornos psicológicos causados por una relación de dominación", en el caso de las pseudoterapias "se añaden los riesgos de retraso en el diagnóstico y de pérdida de posibilidades de curación, o incluso corre peligro la supervivencia cuando la persona padece una enfermedad grave".
¿Cómo funciona? "Estas derivas sanitarias suelen adoptar la forma de un proceso gradual de captación, en el que el llamado terapeuta insta constantemente al individuo a participar en cursos, retiros y seminarios", lo que "puede llevar al individuo a someterse psicológicamente". Las tendencias que más preocupan a la MIVILUDES son los tratamientos alternativos contra el cáncer, los abusos de la naturopatía, los peligros del ayuno y los abusos en el campo de la salud mental.
El uso de las llamadas terapias alternativas "puede abrir la puerta a derivas sectarias", reitera el organismo gubernamental francés. Porque, desde su experiencia, observa que "un gran número de personas se desvían de su tratamiento y se dirigen a médicos 'autodeclarados' que poco a poco sustituirán a su médico". Un hecho terrible que constata es que "ahora es habitual encontrar sesiones de reiki, magnetismo y cuencos tibetanos en los establecimientos de salud pública", ya sean centros sanitarios o residencias de ancianos.
Los niños y los discapacitados, víctimas especialmente sensibles
La MIVILUDES muestra una especial preocupación por las prácticas que "pueden ser peligrosas para la salud de los niños". Y se fija en los menores discapacitados, que "parecen ser el blanco particular de este fenómeno". Pone el ejemplo de un pseudoterapeuta que "había utilizado métodos inadecuados con un niño que padecía autismo, llegando incluso a 'encerrarlo en su habitación' y a animarlo a abandonar otros tratamientos que recibía, como logopedia o psicomotricidad". También menciona otras derivas sectarias "relacionadas con teorías de la Nueva Era, como los llamados Niños Índigo".
Continuando en la misma línea, el informe explica que "las personas sordas o con dificultades auditivas pueden ser objetivos privilegiados de derivas sectarias debido a su aislamiento social y a la dificultad que tienen para acceder a la información", y además "la necesidad de apoyo y de vínculos sociales puede llevarlas a ser especialmente receptivas a propuestas que parezcan ofrecer un entorno protector".
Los enfermos oncológicos, objetivo de los farsantes
El organismo interministerial de Francia ha enviado con frecuencia a la fiscalía los informes sobre casos graves, cuando observa que hay delitos claros bajo la forma de "consejos" dados por los supuestos sanadores y que son "seguidos en su mayoría por enfermos de cáncer". Dichos consejos "consisten en añadir o, sobre todo, sustituir el tratamiento médico, denunciado como inútil o perjudicial, por prácticas no probadas científicamente y generalmente fantasiosas, presentadas como el medio para curar su enfermedad".
Y es que "las personas debilitadas por esta enfermedad pueden ser sensibles a las prácticas que promueven 'cuidados' sin quimioterapia, un tratamiento pesado y temido". Se recuerda que una reciente innovación en la legislación francesa sanciona duramente a quienes incitan a abstenerse de los cuidados médicos, exponiendo a graves riesgos a los enfermos. "La influencia de algunos de estos pseudoterapeutas es a veces tan fuerte que equivale a una forma de control". Por eso el documento se refiere a ellos como "nuevos gurús".
Entre los falsos tratamientos que se están cebando con los pacientes de cáncer, el informe de la MIVILUDES cita la orinoterapia (beberse la propia orina) y las terapias que achacan las enfermedades a "un choque psicológico intenso o un conflicto interior no resuelto", como la Desprogramación Biológica y la Nueva Medicina Germánica. Refiriéndose a la última, la entidad gubernamental afirma que "ha recibido testimonios de familiares de numerosas víctimas de este método, algunas de las cuales han fallecido a consecuencia del mismo".