
1 Julio de 2013
La persecución de los cristianos se ha convertido en un drama de dimensiones colosales. Se calcula que alrededor de 100.00 cristianos pierden la vida cada año por causa de su fe en algún punto del planeta. «Es una de las mayores tragedias de este comienzo del siglo XXI y tiene las dimensiones de las grandes persecuciones de los tiempos de Diocleciano en el siglo IV o del estalinismo del siglo XX», comentó el periodista Fernando de Haro, durante la presentación de su último libro «Cristianos y leones» (Planeta).
En su publicación, el autor pone rostro a este drama. «No quería que fuera solo un relato con datos sino la historia de aquellas personas que prefirieron el tesoro de su fe antes que su propia vida». Entre ellas, destaca por ejemplo el caso de Asia Bibi que permanece desde 2009 en una prisión en Pakistán después de haber sido condenada a muerte por negarse a abjurar de su fe. «Escribir este libro ha supuesto una verdadera conmoción porque te vas ensimismando con la historia de estos personajes que no son de ficción. Esta gente ha encontrado algo que vale tanto la pena que está dispuesta a dar la vida», comentó el autor.
Pese a las dimensiones de esta tragedia -«el cristianismo es la religión más perseguida del planeta»- la historia de violencia de la que son víctimas cientos de miles de cristianos alrededor del mundo pasa inadvertida para la inmensa mayoría de la sociedad y de los medios de comunicación.
El autor considera que la causa de este silencio está en las reducciones ideológicas. «La izquierda no se termina de creer que una persona pueda morir a causa de su fe y la derecha ha construido un cristianismo sin Cristo», apuntó.