7 Noviembre de 2025
La voz del Papa León XIV volvió a situar a los jóvenes y su futuro en el centro del debate sobre las adicciones. En un videomensaje enviado a los participantes de la VII Conferencia Nacional sobre Adicciones, que se efectúa del 7 al 8 de noviembre de 2025 en Roma, el Pontífice recordó que, pese al aumento de dependencias tradicionales y nuevas —desde drogas hasta conductas compulsivas digitales—, las nuevas generaciones mantienen "una profunda sed de vivir" que debe ser acompañada con responsabilidad y esperanza.
El Papa advirtió que las adicciones digitales, junto con el consumo de sustancias y el juego patológico, pueden convertirse en verdaderos condicionamientos: "El objeto de la adicción se convierte en una obsesión, condicionando el comportamiento y la existencia cotidiana". Y añadió que estos fenómenos suelen ser "síntoma de un malestar mental o interior del individuo y de una decadencia social de los valores", particularmente entre adolescentes y jóvenes.
Una juventud frágil ante un "mundo sin esperanza"
El Pontífice describió la adolescencia como una etapa de preguntas y decisiones fundamentales, marcada a menudo por la incertidumbre. La expansión del mercado de drogas, de las apuestas y de los contenidos digitales nocivos, alertó, es reflejo de una sociedad en la que "faltan propuestas humanas y espirituales vigorosas". De este vacío deriva una peligrosa confusión moral: "Muchos jóvenes piensan que todos los comportamientos son equivalentes, ya que no logran distinguir el bien del mal y no tienen sentido de los límites morales", lamentó.
Sin embargo, León XIV no se quedó en el diagnóstico. Invitó a familias, educadores e instituciones a "percibir en estos jóvenes una petición de ayuda y una profunda sed de vivir", leyendo su fragilidad como un llamado a acompañarlos con cercanía y dedicación.
Formar la conciencia y cultivar la vida interior
El Papa insistió en que la prevención no es una tarea aislada ni sectorial, sino un esfuerzo compartido: "Hay que comprometerse cada vez más, y de manera coordinada, en una labor de prevención que se traduzca en una intervención de la comunidad en su conjunto".
Para ello, señaló caminos concretos que pueden contrarrestar el temor al futuro y la inestabilidad emocional: "Las oportunidades laborales, la educación, el deporte, la vida sana, la dimensión espiritual de la existencia: este es el camino para prevenir las adicciones". También destacó la importancia de inspirar valores sólidos: jóvenes y adolescentes —dijo— necesitan "formar su conciencia, desarrollar su vida interior y establecer relaciones positivas" que los conviertan en protagonistas de su propia existencia.
Al concluir su mensaje, el Papa alentó a los participantes a promover "una cultura de solidaridad y subsidiariedad, que se oponga al egoísmo y a la lógica utilitaria y económica". Solo así, afirmó, será posible abrir espacio a la escucha, al encuentro y a un renovado sentido de responsabilidad hacia quienes hoy se encuentran más vulnerables.
Fuente: VaticanNews.va
