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Imagen gentileza de Diarios el Sur de Chile. diariosur.cl

¡Los 5 poderosos actos de fe que ayudan a liberar del Purgatorio las almas de tus seres queridos!

Si tienes una fe pequeñita como si tienes el don de una fe propia de santos, puedes acceder a indulgencias -don de la gracia de Dios- para ayudar a que las almas de tus seres queridos vayan al cielo con nuestro amado Señor Jesucristo.

por Portaluz

31 Octubre de 2025

El poder salvífico es de Dios. Pero en su infinito amor ha permitido que esta gracia pase a la humanidad de todo tiempo y lugar a través de su Iglesia; en particular estableció como sus ministros para entregar este don de su amor al Papa, los obispos y sacerdotes. Así queda de manifiesto en el capítulo 16, versículos 18 y 19 del Evangelio de Mateo al decir: «Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos».

Es así como la Iglesia a lo largo de los siglos ha señalado diversos caminos para que el ser humano acceda al don salvífico de Dios. Uno de ellos son las llamadas Indulgencias Plenarias; actos de fe que permiten "restaurar la amistad con Dios por medio de una sincera conversión" (Constitución Apostólica Indulgentiarum Doctrina n°3)

Es importante reiterar que una indulgencia plenaria no es una fórmula mágica. Se trata de la propia conversión que también habilita para acudir a la misericordia de Dios Padre, pidiéndola por las almas de nuestros seres queridos difuntos. 

Imagen gentileza de Michael Starkie.

Así entonces, fundados en lo establecido por la Iglesia, Portaluz te informa los 5 poderosos actos de fe que durante el mes de noviembre puedes cumplir para ayudar a liberar del Purgatorio las almas de tus seres queridos:

 

  1. A solas en tu hogar o en una iglesia ante el Santísimo, ora de forma espontánea a Dios Padre pidiéndole que libere del Purgatorio y lleve al cielo a las almas de (nombrar a tus difuntos) en virtud de que realizarás los siguientes actos de fe que ganarán para ellos las indulgencias plenarias comprometidas por la Iglesia.
  2. Acude a confesarte con un sacerdote y recibe la comunión (puedes hacerlo desde 10 días antes o 10 después de los siguientes actos de fe...).
  3. La Iglesia otorga una indulgencia plenaria que puedes ofrecerla por las almas de tus seres queridos difuntos, solo visitando un cementerio del 1 al 8 de noviembre y orar allí por tus difuntos. Todo lo que debes hacer es acudir a un cementerio y rezar en el lugar pidiendo a Dios que libere del Purgatorio y lleve al cielo las lamas de tus seres queridos. Te sugerimos hacerlo rezando la siguiente oración, conocida como el Réquiem: "Concédeles, oh Señor, el descanso eterno, y que tu luz perpetua brille sobre ellos. Que las almas de todos los fieles difuntos, por la misericordia de Dios, descansen en paz".
  4. Otra indulgencia plenaria que puedes ofrecer por las almas de tus seres queridos difuntos se concede el 2 de noviembre (o el domingo siguiente) ... visitando una iglesia y rezando allí un Padre Nuestro y el Credo de los Apóstoles que dice así: "Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén".
  5. Durante el mes de noviembre acude a tu iglesia más cercana y pide que incluyan el nombre de tus seres queridos difuntos en las preces de una misa del domingo siguiente. Participa de esa Eucaristía.