"Cada primer viernes de marzo, en contra de los vecinos más católicos, el pueblo se llena de turistas gracias a la celebración del Día de los Brujos". Así resumía en 2023 el diario español El País lo que ha hecho famosa a la localidad mexicana de Catemaco (Veracruz). Sin embargo, aquí veremos cómo el asunto va mucho más allá de una ofensa a la fe cristiana, convirtiéndose en toda una exaltación del culto al diablo que también ofende a la naturaleza y al sentido común.
En la medianoche del 29 de febrero al 1 de marzo de 2024, Catemaco vuelve a acoger la "misa negra" organizada por el llamado "Brujo Mayor" Enrique Marthen Berdón. Se trata de la duodécima edición de lo que denomina "una fiesta para Lucifer, porque es el día dedicado a él… dedicado a la deidad negativa", según leemos en La Jornada Veracruz. El reclamo es atrayente: "pedir bienestar para la familia, amigos o lo que deseen".
"El Señor de la Tierra"
La apariencia es la de un simple ejercicio de magia y esoterismo, para atraer la buena suerte. Esta jornada brujeril "es el único día donde se abre un portal energético que permite a los creyentes renovarse", se dice con un lenguaje de la Nueva Era en el Diario del Istmo. Además, en comparación con otras celebraciones similares, los asistentes destacan "la cantidad de energía que se mueve en Catemaco". Según leemos en esta noticia –totalmente publicitaria–, "se abren una gran cantidad de portales y… el mismo demonio se manifiesta en toda su plenitud".
El recurso a la hemeroteca confirma que no se trata de algo simplemente folclórico o con una finalidad de atracción turística (para este año prevén la asistencia de 4.000 personas). Por ejemplo, si retrocedemos al año 2019, podemos leer cómo Marthen Berdón declaraba al Diario de Xalapa: "Luzbel es un ser bello y en días como hoy se le debe rendir tributo y recordar que en todo momento está entre los seres humanos".
El periódico relataba la escena: en el suelo, una estrella de cinco puntas rodeada de velas. En el momento culminante del acto, el Brujo Mayor sacrificó un chivo negro, cuya sangre fue repartida entre los asistentes que estuvieron dispuestos a beberla. Además, una vez decapitado el animal, fueron pasándose su cabeza "para tocar su sangre y recibir los favores solicitados". Y el ritual tenebroso finalizó con esta invitación del celebrante: "Queremos que vengan todas las veces que lo deseen para que honren y quieran al Señor de la Tierra".
Promoción de brujería y chamanismo
Los organizadores de la "misa negra" de este 1 de marzo aclaran que ya no hacen sacrificios animales como el que acabamos de relatar, aunque sí se lleva la sangre de seres vivos que han sido sacrificados anteriormente, para evitar problemas legales y seguir beneficiándose de sus supuestos efectos mágicos y protectores. Sin embargo, hay otros rituales simultáneos esa noche en Catemaco en los que se siguen maltratando y matando animales (principalmente gallinas).
Porque el llamado "Día de los Brujos" sirve como un impresionante evento promocional para el negocio del esoterismo en general –hechiceros y videntes, sobre todo–, y en particular para los “profesionales” del tema en Catemaco, que se cifran en 34, alrededor de uno por cada mil habitantes. Según informaba el Diario de Xalapa hace tan sólo unos días, "los brujos aseguran que sus resultados son efectivos. Ellos ven los resultados y los propios clientes lo transmiten de boca en boca".
Para que veamos las cotas que alcanza la promoción del esoterismo, cabe destacar que el "Brujo Mayor" de Catemaco se hizo muy popular a nivel nacional por su participación en el programa televisivo de cocina "Master Chef”. Enrique Marthen fue uno de los concursantes en su edición de 2016, y según informa El Heraldo de México “cautivó a la audiencia con su peculiar vestimenta, ya que él era brujo". En el mismo diario leemos que "en 2022 se hizo viral por realizar una boda simbólica entre una mujer y el diablo". Pasos sucesivos en la publicidad de personajes nada recomendables, a los que los medios de comunicación y las redes sociales dan una inmerecida notoriedad.
Avanza la construcción del Templo Satánico
Un elemento fundamental que confirma que todas estas actividades no se limitan a unos simples ejercicios de magia, ocultismo popular, supersticiones inocuas, búsqueda de energías positivas y buenas vibraciones –o, mejor, como muestra de que siempre hay algo más oscuro moviéndose por debajo– es la construcción de un Templo Satánico en Catemaco, promovido precisamente por el "Brujo Mayor", Enrique Marthen Berdón, el organizador de la misa negra de este 1 de marzo.
Tal como leíamos en el Diario de Xalapa en noviembre de 2023, "la obra va por buen camino". Construido en un terreno del Centro Ceremonial "El Ahijado" (pues así se hace llamar también Enrique Marthen), se calcula el coste inicial en más de 4 millones de pesos. Aunque hay "casas de oración" del satanismo en Colombia y Estados Unidos, el promotor del templo mexicano señala que "sería el único de su tipo en América". La construcción comenzó en agosto de 2021 y tendrá unos 500 metros cuadrados.
La iconografía que contendrá el inmueble no deja lugar a dudas: "al fondo del templo se colocará una estatua grande de Lucifer; en el costado derecho, una del demonio Baphomet y en el izquierdo, una de la súcubo Lilith, con quien Satanás engendró numerosos hijos, según el Brujo Mayor". Estaba previsto que el templo albergara el ritual de este 1 de marzo, pero las informaciones periodísticas nos dan a entender que las obras no se han concluido a tiempo.
La alerta de los pastores de la Iglesia
La Iglesia católica no se ha quedado callada ante todas estas cuestiones. Quizás algunos piensen que sus pronunciamientos han sido escasos y muy moderados. Sin embargo, puede valorarse la prudencia para evitar un escándalo y una aparente confrontación interesada que sólo serviría para contribuir a la difusión de unos eventos y espacios tan lamentables. En la enseñanza de la Iglesia queda claro el juicio sobre el culto al demonio y sobre cuestiones como el esoterismo, la brujería, el espiritismo y la práctica de la magia y la adivinación.
En agosto de 2022, el obispo de Veracruz, Carlos Briseño Arch, fue muy claro a la hora de referirse a la construcción del templo satánico en Catemaco. Preguntado por los periodistas antes de entrar en la Catedral para presidir la eucaristía, recordó que "Satanás es espíritu del mal, espíritu de la destrucción. Entonces, se me hace una cosa completamente grave en este sentido. Yo no sé quién quisiera buscar ser reinado por Satanás, destruir su propia vida y la de los suyos… eso es un autosuicidio". Porque, en realidad, "no es una verdadera religión ni relación con Dios". Además, "se me hace irracional por donde le mire".
Pero no fue esa la única referencia del prelado a la popularidad creciente del culto al demonio en Veracruz, fijándose especialmente en el templo que construye el Brujo Mayor. Unos días antes de la Navidad del mismo año, Carlos Briseño subrayó en una rueda de prensa que "Satanás es el príncipe del mal, que quiere nuestra destrucción", y por ello se preguntaba "qué está pasando". Porque, en realidad, con acciones como ésta "estamos construyendo el mal, estamos institucionalizando el mal, estamos aplaudiendo lo que genera violencia".
Más tarde, en enero de 2023, tras la entrega de 26.000 firmas de ciudadanos contrarios a la construcción del templo ante el Congreso local de Veracruz, monseñor Briseño afirmó públicamente: "sabemos que Satanás lo que quiere es nuestro mal y nuestra destrucción. Hacer un templo a Satanás es como como decir: pues vamos a ensalzar la violencia, vamos a ensalzar la muerte, vamos a ensalzar la corrupción… Es algo grave y muy delicado". Además, señaló que el satanismo "puede dañar por lo menos la mente de las personas".
Cuando las consecuencias son letales…
Pero volviendo al año 2022, el obispo de Veracruz hizo otras declaraciones públicas en torno al satanismo. Fue en septiembre, y la causa no fue ni la "misa negra" de Catemaco ni la edificación del templo ya citado. Se trató de un suceso horrible que tuvo lugar también en el Estado de Veracruz, concretamente en la ciudad de Poza Rica. Allí, un niño de 3 años fue asesinado por su padre en un supuesto ritual satánico.
"Si hay un amor que el hombre tiene, es a quien engendra a la vida", dijo Carlos Briseño Arch. "Por supuesto, sabemos que hay gente inhumana y que ni siquiera a quien ha engendrado lo ama, pero en principio eso se me hace una cosa hasta anormal por todos los sentidos que lo vea y hasta enfermiza o fanática", agregó.
Preguntado por la realidad de estos ritos sangrientos, el obispo de Veracruz contestó: "sabemos que hay ciertas brujerías y ese tipo de cosas, y hacen ese tipo de ritos de matar a los animales y sacrificarlos. Pero lo más grave sería que fueran seres humanos". Y aclaró a continuación: "sí se ha dado y se da, en ese tipo de gente que se dedica a hacer ciertas brujerías, no digo en todos que son brujos, pero sí hay un grupo que se dedica a hacer eso".
Ante el asesinato del niño, otro jerarca mexicano se pronunció en su momento: el arzobispo de Xalapa, Jorge Carlos Patrón Wong, quien llamó a "promover en nuestras escuelas, en nuestras familias, la belleza de la vida". Subrayó que "los valores familiares deben ser afirmados", recordando que "la Iglesia católica lo hace constantemente, porque valoramos la vida y todas sus expresiones".