“En la actualidad se está intentando proponer a las nuevas generaciones el satanismo como alternativa normal a los otros cultos. Incluso afirman que si el culto se limita a la simple celebración del diablo y quienes lo practican no cometen delitos, no habría nada malo”. Es la primera denuncia con que inicia su artículo el presidente de la Asociación Internacional de Exorcistas, padre Francesco Bamonte, advirtiendo en seguida que esta afirmación es una perversión de la realidad pues al negar el sano discernimiento del bien y el mal la persona verá destruida su dignidad humana.
Esta reflexión de padre Francesco surge ante la inusitada difusión que está teniendo en Estados Unidos un libro -que venden la cadena Walmart y Amazon- destinado para niños de entre 5 a 10 años que lleva por título: "A Children's Book of Demons".
En la presentación de su texto -destaca padre Bamonte- el autor, dirigiéndose a los niños, les anima afirmando que: "Invocar demonios nunca ha sido tan divertido”. Y como resumen del texto -agrega Bamonte- se añade sugerente lo siguiente: "¿No quieres sacar la basura esta noche? ¿Estás con demasiadas tareas para la casa? ¿Quizás ese gran matón es una verdadera molestia? ¡Bueno, pues toma tus lápices de colores, usa tus habilidades para dibujar un sello y llama así algunos demonios! Pero ten cuidado, aunque estos espíritus sean más bien divertidos que atemorizantes, siguen siendo demonios”.
El padre Bamonte pone énfasis en recordar que “no se juega con los demonios”. Es así inaceptable, agrega, que se invite a los niños a “invocar demonios”. Este asunto, agrega el presidente de la Asociación Internacional de Exorcistas, es como ofrecerle a un niño una granada de mano para jugar. “Tarde o temprano el niño quitará la mecha y la bomba explotará en sus manos”, señala el sacerdote.
“Quien invita a un niño a invocar demonios le hace perder su identidad, su personalidad y le destruye moral, psicológica y espiritualmente”, finaliza padre Bamonte.