Los últimos movimientos de la Federación para la Paz Universal, pantalla de la "secta Moon", sobre la que los obispos católicos llevan décadas alertando por su peligrosidad.
"Nunca pensé que fuera incompatible con mi condición de católica, de hija de Dios. No me di cuenta de que estaba ofendiendo a Dios y abriendo la puerta al demonio", reconoce esta mujer portuguesa.
"Como cristiano católico, me di cuenta del grave peligro que corría y me dije: «¡Mi maestro es sólo uno, Jesucristo!» (…) me estaban engañando y en un momento dado me enfrenté a esta dramática elección: «¡O cristiano o hindú!»"
Satanás y los demonios no se cansan de tender trampas con tal de lograr que las almas se condenen al infierno, como también dificultar un exorcismo o cualquier acción que ponga al ser humano en comunicación con Dios, en estado de gracia.