
por Portaluz
24 Septiembre de 2025
"Saludo con aprecio a los sacerdotes que se dedican al delicado y tan necesario ministerio del exorcista, animándolos a vivirlo como un ministerio de liberación y consuelo, acompañando a los fieles verdaderamente poseídos por el maligno con la oración y la invocación de la presencia efectiva de Cristo, para que a través del sacramental del exorcismo el Señor conceda la victoria sobre Satanás". Con estas palabras, de Papa León XIV se inauguró la XV Conferencia Internacional de la Asociación Internacional de Exorcistas (AIE), celebrada del 15 al 20 de septiembre en Sacrofano, en la Casa de Espiritualidad "Fraterna Domus", con un mensaje de buenos deseos y bendición apostólica.
Alrededor de 300 sacerdotes exorcistas y auxiliares de todos los continentes participaron en el trabajo. Mons. Karel Orlita, presidente de la AIE y exorcista de la diócesis de Brno en la República Checa, recordó "la belleza de la comunión eclesial en la que se sitúa el ministerio del exorcista, vivido firmemente arraigado en el Evangelio" y recordó la aprobación oficial el 25 de marzo de 2025 del nuevo Estatuto de la AIE por parte del Dicasterio para el Clero como "signo de confirmación y aliento a la misión de la Asociación que recientemente ha superado los mil miembros".
S. E. R. Mons. Aurelio García Macías, subsecretario del Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, abordó en su ponencia el tema del Ritual de los exorcismos enmendado, trabajo en el que participaron directamente los miembros de la AIE. Se abordaron muchos puntos, entre ellos: los tipos de acción diabólica extraordinaria; la tarea del exorcista; la riqueza de los signos; la corrección de posibles errores tipográficos y errores en el Ritual. Todo ello vivido con una perspectiva de mejora compartida del ritual y con la conciencia de la centralidad de Cristo, ya que en el rito Él es la Iglesia y el exorcismo es una antigua celebración litúrgica «in persona Christi». El significado del acompañamiento por parte de la Iglesia a los fieles que sufren a causa del demonio y que, al sufrir, participan ellos mismos de los sufrimientos de Cristo, fue también el tema central de la homilía que Su Eminencia el Cardenal Arthur Roche, Prefecto del Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, en la celebración eucarística que presidió al final del primer día del Congreso.
Al inicio de la segunda jornada de trabajo, el P. Francesco Bamonte recordó la figura de Don Gabriele Amorth, nueve años después de su fallecimiento. Don Amorth fue el principal fundador y presidente de la Asociación Internacional de Exorcistas, promovió y organizó la primera reunión en 1991 y el primer Congreso Internacional en 1994. Al recuerdo de Don Amorth siguió la ponencia del exorcista estadounidense P. John Szada. El P. Szada es también psicólogo psicoterapeuta y en su intervención se ocupó del encuentro entre el profesional de la salud mental y lo demoníaco. Subrayó la complejidad de la naturaleza humana en la persona que sufre y recordó la necesidad de un discernimiento que, teniendo en cuenta los síntomas psicológicos y espirituales, llegue a una perspectiva unitaria, valiéndose también de los criterios diagnósticos modernos. De ahí la necesidad de una mente abierta, evitando diagnósticos precipitados, donde la fe sepa integrar los instrumentos de evaluación que ofrece la ciencia.
El exorcista brasileño Mons. Rubens Miraglia Zani, en la siguiente ponencia, abordó el tema de las supuestas «almas errantes» que se manifiestan en los exorcismos. El ponente advirtió contra todos aquellos fenómenos espirituales que contrastan con los contenidos de la Revelación Divina y de la Doctrina. La ilusión demoníaca se vale, de hecho, también de «manifestaciones espectrales» cuyo objetivo es impedir un discernimiento correcto sobre la acción extraordinaria del diablo, haciendo creer que es el alma de un difunto la que posee a la persona. La creencia, tomada del espiritismo, de que el alma vive una condición intermedia después de la muerte, como si se produjera una suspensión del juicio divino, fue condenada por un documento de la Congregación para la Doctrina de la Fe en 1979.
El P. Piermario Burgo, exorcista y canonista de la Arquidiócesis de Brindisi-Ostuni, así como coordinador de la secretaría de lengua italiana de la AIE, examinó la obra mayor del teólogo jesuita alemán Petrus Thyraeus (1546-1601): Daemoniaci, hoc est De obsessis a spiritibus daemoniorum hominibus (1598). El P. Burgo ilustró los aspectos doctrinales y las perspectivas fenomenológicas de lo que definió como el primer manual de exorcismo de la Edad Moderna, concluyendo y actualizando su exposición con un examen de las principales causas de la sujeción al demonio y de su posible acción extraordinaria: el pacto, la mediumnidad, la pertenencia a realidades sectarias.
El exorcista francés P. Jean-Baptiste Vian, miembro del consejo de la AIE, inició la tercera jornada del congreso con una ponencia sobre algunos aspectos del vudú y los elementos de discernimiento en la práctica exorcista. Tras una panorámica sobre los contenidos de este culto sincrético de origen africano, practicado especialmente en Haití por los descendientes de los esclavos africanos deportados a la isla, cuyos ritos iniciáticos se entrelazan profundamente con el dato social, legitimando incluso el político, el P. Vian destacó las peligrosas implicaciones del vudú, que culmina en prácticas mágicas, de adoración, de sumisión y consagración a los espíritus, es decir, a los demonios, incluso de menores y niños. El exorcista, ante las situaciones de sufrimiento que derivan de la práctica del vudú, también está llamado a escuchar, para reconducir a los pacientes a la misericordia y la gracia divina.
Con motivo del congreso, S. E. R. Mons. Guy de Kérimel, arzobispo de Toulouse (Francia), presentó el libro Protection, Délivrance, Guérison. Célébrations et prières. Mons. de Kérimel subrayó que también en Francia cada vez más personas recurren a los operadores de lo oculto. Este libro, fruto del trabajo conjunto de la Oficina Nacional de Exorcistas Franceses y del SNPLS (Servicio Nacional de Pastoral Litúrgica y Sacramental), se propone como un instrumento útil para los exorcistas y para todos los fieles que tienen a corazón la comunidad cristiana y su crecimiento espiritual, con el fin de frenar y combatir esa mentalidad mágica que genera errores en el pueblo de Dios.
Además, se inscribe en la perspectiva de la pastoral del exorcismo que, superando su ámbito específico de servicio, contribuye a indicar el horizonte de la fe. Don Marcello Lanza, exorcista de la Diócesis de Acerra y coordinador de los exorcistas de Campania, presentó una detallada ponencia sobre «los aspectos fenomenológicos en la experiencia del ministerio del exorcista». La intervención se centró, por un lado, en la práctica exorcista, con una referencia puntual y concreta a la experiencia personal del ponente; por otro lado, enmarcó la fenomenología, entendida como «teología de lo vivido», en un contexto doctrinal y espiritual. Esto también con el fin de impedir una marginación teológica del ministerio exorcista.
La cuarta jornada del congreso comenzó con la ponencia de fray Benigno Palilla, exorcista de la Arquidiócesis de Palermo y coordinador de los exorcistas de Sicilia. Fray Benigno abordó el tema del diálogo entre ciencia y fe en el exorcismo, profundizando en temas que él mismo ha desarrollado en un libro reciente. El informe se centró en la importancia del discernimiento de la contribución de expertos en medicina, psiquiatría y psicología. Por un lado, gracias a un enfoque correcto desde el punto de vista epistemológico y, por otro, sin excluir los datos preternaturales, como explicó en su siguiente informe el Dr. Salvatore Devy Franzino, médico ginecólogo que colabora desde hace años con fray Benigno, quien ilustró la actividad del centro de escucha del equipo de Palermo, caracterizado por la colaboración entre expertos científicos y sacerdotes, donde la fase de discernimiento de cada caso individual se basa en criterios diagnósticos rigurosos. Naturalmente, como afirman las Directrices del ministerio del exorcismo, la certeza moral sobre la presencia de la acción extraordinaria del maligno corresponde siempre al sacerdote exorcista.
La celebración eucarística que siguió a los trabajos de la mañana fue presidida por Su Eminencia el Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado de Su Santidad, quien en su homilía recordó que servir en la Iglesia es recibir un don que debe ser custodiado y renovado con humildad. El sacerdote exorcista obra con este don que pertenece a Cristo y a la Iglesia.
La ponencia de la tarde del P. Francesco Bamonte, exorcista de la Diócesis de Roma, trató el tema de los daños pastorales producidos por la parapsicología. La naturaleza humana en general y la mente del hombre en particular no son capaces de ir más allá de sus propios límites creaturales. El hombre —recordó el ponente— solo puede superar estos límites bajo la acción de Dios o del demonio. La acción de este último siempre tiene un fin destructivo, aunque dicho fin no se manifieste de inmediato. La parapsicología, carente de todo fundamento científico, pretende explicar con sus interpretaciones «racionalistas» los llamados fenómenos «paranormales». Estos no son más que los fenómenos abordados por los exorcistas o descritos por la mística cristiana. Al dar crédito a las infundadas afirmaciones de la parapsicología, ha sucedido que varios sacerdotes han dejado sin resolver muchas situaciones graves, abandonando en el sufrimiento a personas que necesitaban la intervención del exorcista, o incluso entregándolas, en algunos casos, a los llamados parapsicólogos, que a veces eran solo psicólogos, pero otras veces —como se ha comprobado— eran incluso médiums. Esta actitud ha causado, en varios países, un grave daño pastoral a aquellos fieles que, involucrados en fenómenos extraordinarios de origen diabólico, necesitaban la ayuda del ministerio de los exorcismos, del que fueron injustamente privados, porque lo que experimentaban se atribuyó a factores puramente naturales, cuando en realidad no lo eran.
La última jornada de trabajo se inició con la ponencia del exorcista mexicano P. Andrés Esteban López Ruiz, que trató el fenómeno de la Nueva Era y sus peligrosas repercusiones en la sociedad posmoderna. Movimiento espiritual sincrético, la Nueva Era se nutre de la teosofía, el esoterismo y el neognosicismo, proponiendo un sistema de creencias abierto en el que el hombre y el cosmos se comprenden dentro de una visión holística y relativista. En ella es evidente la superación de la moral cristiana, con las perjudiciales consecuencias que ello conlleva.
El exorcista palermitano, psicólogo y psicoterapeuta Fra Mauro Billetta ha propuesto, desde una doble perspectiva, pastoral y científica, la utilidad del análisis diferencial para el correcto discernimiento entre patologías y acción demoníaca extraordinaria. El ejemplo más adecuado es el que ofrece la llamada obsesión diabólica, cuyos síntomas son muy similares a los de los trastornos obsesivo-compulsivos. Este enfoque diagnóstico se aplica a diario en el equipo ya mencionado, coordinado por el fray Benigno Palilla, y combina bien el espíritu de caridad en el servicio a los que sufren con una visión antropológica correcta y sin prejuicios.
La ponencia de clausura de la conferencia internacional corrió a cargo de la investigadora Beatrice Ugolini, criminóloga y asesora del Gris, quien con eficaz concisión ilustró la relación entre el neoocultismo y la inteligencia artificial, destacando cómo la llamada «inteligencia artificial» presente en la red favorece, por ejemplo, el nacimiento de nuevos instrumentos mágico-operativos, el desarrollo de técnicas inéditas de adivinación gracias a los algoritmos que permiten la recopilación de datos personales, e incluso nuevas formas de nigromancia y comunicación con los difuntos. Todo ello forma parte de lo que la ponente ha definido como «magia del caos», un nuevo enfoque de las prácticas ocultas desvinculado de las categorías tradicionales de la magia y más abierto, gracias a las tecnologías modernas, a la creatividad y a la experimentación individual.
La celebración eucarística del último día del congreso fue presidida por el Secretario del Dicasterio para el Clero, S. E. R. Mons. Andrés Gabriel Ferrada Moreira, quien expresó el agradecimiento del Dicasterio hacia la misión de la Asociación Internacional de Exorcistas, por el servicio prestado diariamente en la fraternidad compartida por sus miembros en beneficio de quienes sufren por obra del Maligno.
Fuente: aieinternational.it