"Por qué dejé la política del Reino Unido para intentar convertirme en sacerdote católico"

"Por qué dejé la política del Reino Unido para intentar convertirme en sacerdote católico"

Alejarse de los ruidos del mundo le ha proporcionado a este expolítico británico -hoy seminarista- un tiempo privilegiado de encuentro con Dios y una firme esperanza en el resurgir de la fe y de las vocaciones al sacerdocio.

14 Agosto de 2025

En algunas diócesis de Europa hay renuevos de la fe que dan esperanza y abonan la vocación de jóvenes que abrazan el sacerdocio. Así lo vive el británico James Somerville-Meikle quien -en un escrito autobiográfico breve recién publicado- nos comparte algunas pinceladas de su caminar con Dios que lo han llevado al Seminario de la Arquidiócesis de Southwark.

Este verano de 2025 se cumple un año de las elecciones generales del Reino Unido que llevaron al gobierno laborista al poder. El día 5 de julio de 2024, cuando se conocieron los resultados de la elección fue, casualmente, el último día de trabajo en política y asuntos públicos del joven James Somerville-Meikle, después de haber trabajado durante una década en esas áreas. "Al igual que el país, sentí que era hora de un cambio. Pero mi cambio no se encontraba en ningún ámbito de la vida secular", dice el protagonista de este testimonio y ahonda en el asunto...

"No recuerdo la primera vez que pensé en el sacerdocio como una posible vocación. Los amigos de la universidad dicen que hablé de eso durante mis días de estudiante. Mi madre recuerda que había señales mucho antes que eso. Lo que sí recuerdo es tener un fuerte sentido de cuánto importaba lo que haces con tu vida y que idealmente debería ser de servicio a los demás".

Ese anhelo de servir hizo que James se volcara a la política, en un periplo de vínculos y quehaceres que lo situaron en su último período como subdirector de la Catholic Union (Unión Católica) de Gran Bretaña; asociación de laicos católicos romanos en Inglaterra, Gales y Escocia cuyo objetivo principal es promover los valores cristianos en la esfera pública.

Aunque en muchos sentidos "estaba haciendo lo que amaba", confidencia James, lo habitaba una creciente inquietud y una sensación persistente de que debería estar haciendo algo diferente con su vida.

El llamado

bishop robert barron in conversation with james somerville-meikle
El obispo Robert Barron conversa con James Somerville-Meikle

Dice James que como seminarista, a menudo le preguntan si hubo un momento en particular en el que sintió 'El Llamado'. Siempre ha sentido que podría decepcionar pues quizá su historia es algo "aburrida", apunta, y explica que "no hubo ninguna conversión como la de San Pablo ni ningún destello de luz, solo una sensación gradual y creciente de que Dios me estaba pidiendo que fuera al seminario".

La pandemia de Covid fue quizás el momento en que comenzó a pensar seriamente en ser sacerdote. Cuando salimos del encierro y la humanidad recogió los pedazos de la vida prepandémica, la sensación de necesidad de hacer un cambio en su vida se hizo irresistible para James. "Me quedé sin excusas y finalmente me puse en contacto con el director de vocaciones de mi diócesis".

Este último año James ha continuado su formación en el Royal English College de Valladolid. Fundado en 1589 durante el apogeo de la Reforma, originalmente se utilizó para capacitar a los sacerdotes para la "misión" en casa. Hoy en día, se utiliza para el año propedéutico de estudio que todos los seminaristas deben emprender. Y casi todos los seminaristas de primer año en Inglaterra y Gales ahora pasan por Valladolid, junto con personas de otros países de habla inglesa.

"Todavía me encuentro tratando de explicar qué es el año propedéutico. Lo he escuchado descrito como un 'año de fundación' o 'año cero' en la formación sacerdotal, y como una 'meditación de un año sobre la Palabra de Dios'. Sea lo que sea, he terminado este primer año de formación con un mejor sentido de perspectiva, una vida de oración más fuerte y amistades con otros que están discerniendo la voluntad de Dios para sus vidas", comenta el joven seminarista que en septiembre de 2025 abandonará España para continuar su camino a la Ordenación Sacerdotal en el Venerable English College de Roma.

El renacer de la fe y la vocación al sacerdocio

Aunque transitó una década como un exitoso miembro del establishment británico, James no tiene nostalgia de ese mundo. Y citando la frase "El ruido mata a Dios", del cardenal Sarah, reconoce que su vida era bastante "ruidosa" antes de ingresar al seminario. Alejarse de los ruidos del mundo le ha proporcionado un tiempo privilegiado de encuentro con Dios y está feliz de ello. La renovación de su alma le permite ver con una mirada de esperanza el futuro, seguro del resurgir de la fe y de la vocación al sacerdocio.

"Es alentador ver que las vocaciones al sacerdocio parezcan estar en aumento. En los últimos dos años, mi diócesis de Southwark ha dado la bienvenida a casi 1.000 personas a la Iglesia a través del programa RICA. Apenas hay espacio para estar de pie en la mayoría de las misas dominicales en mi parroquia natal en Canterbury, y he perdido la cuenta de la cantidad de amigos que ahora van a la iglesia con regularidad. Todo esto es anecdótico, pero cada vez más encuestadores encuentran personas que se vuelven a Dios. Un estudio de la Sociedad Bíblica realizado a principios de este año encontró que la asistencia a la iglesia había aumentado en un 50 por ciento en los últimos seis años, con el mayor aumento entre las personas de 18 a 24 años. Esto también se refleja en el contenido en línea con un número cada vez mayor de videos que exploran el fundamento cristiano de nuestra sociedad y el significado de la vida, sin mencionar el interés que están ganando dichos videos. Estos brotes verdes no se ven en todas partes, y los desafíos para la Iglesia a corto y mediano plazo permanecerán. Pero hay razones para ser optimistas, y se siente como un momento dorado para hablar y promover las vocaciones al sacerdocio y la vida religiosa una vez más", finaliza.

 

Fuente: thecatholicherald.com