El 11 de agosto de 1974 Arturo era un adolescente y dormía en su cama cuando se despertó con una balacera y gritos retumbando a escasos 80 metros de su habitación.
"Recemos para que las diferencias se resuelvan en el diálogo y en la negociación y no con una montaña de muertos de cada lado. ¡Por favor! ¡Recemos por la paz en Tierra Santa!"
Ha estado en prisión varios años. La perspectiva de su vida futura era muy oscura… hasta que se encontró con un compañero de celda escuchando Radio María.