Le costó años perdonarse a sí misma tras un desliz sexual con un hombre. Su tío, que la había adoptado cuando ella tenía siete años, tuvo que disfrazarse para arrancarla del burdel en el que se había refugiado, por no abrirse al perdón de Dios.
En su testimonio a Portaluz confidencia que para verse libre de las agresiones malignas necesitó oraciones de liberación durante 23 meses.
El Santo Padre celebró esta mañana la Misa por los difuntos en el cementerio militar francés de Roma donde depositó flores blancas y se detuvo a rezar ante las tumbas de los soldados muertos en la guerra: "Son tumbas que claman por la paz, dijo, luchemos para que las economías no se fortifiquen por la industria de las armas".
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