Los esposos Garry y Mary VanCleve
Estaba en riesgo vital, tenía un tumor cerebral, pero Garry no dejó de creer en que “Dios decía que todo iría bien”

Estaba en riesgo vital, tenía un tumor cerebral, pero Garry no dejó de creer en que “Dios decía que todo iría bien”

Se abandonó en las manos de Dios respaldado por las oraciones de su comunidad parroquial y los sacramentos impartidos por el párroco.

por Portaluz

8 Marzo de 2024

Cuando Garry y Mary VanCleve se despertaron a las 5:30 a.m. del 5 de noviembre de 2022, preparándose para disfrutar de un café, leer juntos la Biblia y orar por su familia y amigos, no sabían que sus vidas estaban a punto de cambiar.

Garry empezó a temblar violentamente, se cayó de bruces y enseguida perdió la consciencia. Los paramédicos creyeron que podía haber sufrido un derrame cerebral y lo llevaron de urgencia al Mercy Hospital de Fort Smith (Arkansas, Estados Unidos), donde le ingresaron de inmediato en una sala de reanimación.

Cuando Mary y su hijo pudieron ingresar a verlo, fue el propio Garry quien les dijo que tenía un tumor cerebral. "La especialista que me hizo el escáner cerebral rezó conmigo después de ver los resultados", les dijo Garry. «Cuando lo vi supe que este hombre necesitaba un milagro», confidenció luego ella a la familia.

La especialista sería la primera de varios empleados del Mercy que rezaron y le apoyaron durante el mes siguiente. El neurocirujano, Dr. Sami Khoshyomn, informó a la pareja de que Garry tenía un tumor en el lóbulo frontal derecho del tamaño del puño de un hombre. Debido a su tamaño, Khoshyomn tendría que pelar el tumor capa por capa hasta detenerse sólo si existía la posibilidad de un derrame o daño cerebral.

Arropados por la comunidad parroquial

Garry permaneció hospitalizado un breve tiempo en el Mercy Hospital de Fort Smith, donde un neurólogo y un internista lo evaluaron y le recetaron medicamentos para las convulsiones y la tensión arterial. Tras el alta, la comunidad de la iglesia de San Judas Tadeo de Waldron (condado de Scott) apoyó a la pareja con oraciones. "Después de mudarnos a Mansfield en 2017, habíamos visitado varias iglesias católicas, todas al menos a 20 minutos en coche. Queríamos una comunidad parroquial pequeña y cuando conocimos al padre Alejandro Puello supimos que habíamos encontrado nuestro hogar", confidencia Mary VanCleve y añade: "Cuando trasladaron al padre Alejandro, nuestro nuevo párroco, el padre Les Farley, ha sido maravilloso con nosotros. Visitó a Garry en nuestra casa y le ungió".

Una vez superada la emergencia, Garry, el corredor de seguros jubilado, de 74 años, seguiría con un procedimiento llamado CyberKnife para extirpar el resto del tumor. El primer quirófano disponible estaba en Springfield, Missouri, a finales de noviembre, así que la pareja viajó al Hospital Mercy de Springfield para someterse a la operación.

"¡Hágase!"

Cuando llegaron al Hospital de Springfield el 21 de noviembre, el Dr. Brenton Coger, compañero del neurocirujano Khoshyomn, intentó un procedimiento para ralentizar el flujo sanguíneo al tumor como preparación para la operación del día siguiente; pero descubrió que había un fuerte flujo sanguíneo procedente del interior del cerebro. Garry pasó entonces la noche en cuidados intensivos.

Ante esta grave situación Mary fue a rezar a la capilla del hospital, sintiéndose reconfortada por las oraciones de sus amigos, familiares y comunidad, que se comunicaban sin descanso a su celular. Cuando la llamaron al mostrador de información al cabo de una hora y media de estar su esposo en cirugía, ella se preocupó, pero el neurocirujano Khoshyomn le dijo que, aunque la noche anterior se había producido una fuerte irrigación sanguínea, el tumor había caído por completo en sus manos y que no sería necesario ningún otro procedimiento.

"Dios dijo en su Palabra: «Hágase en vosotros según vuestra fe (Mateo 9,29)»", exclamó luego ante la comunidad parroquial un recuperado Garry VanCleve y explicó: "Sentí que Dios decía que todo iría bien”.

Desde su operación, Garry VanCleve se ha sometido a dos escáneres cerebrales sin problemas. Está empezando a escribir su testimonio.

"Ojalá nuestra experiencia ayude a quien lo necesite. Rezo para que todos los que necesitan milagros sepan que Dios es fiel", añadió Mary, la esposa de Garry.

Fuente: Arkansas Catholic

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