La experiencia con el Espíritu Santo salvó a Stefan Michiels y lo potenció como apóstol de la misma misericordia que él ha recibido.
Esta experiencia mística ocurrió, dice, mientras permanecía orando en una ermita donde el santo vivió los últimos 23 años de su vida.
El Santo Padre Francisco advirtió también en su enseñanza que “pecamos contra la virtud de la esperanza al olvidar que Dios perdona todo, perdona siempre”. Texto completo de la catequesis.
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