“El porno me tenía atrapado”, confidencia Daniel en un video testimonio que destaca su proceso a la libertad
Ver pornografía no es un simple divertimento ni un pasatiempo. Es una acción que puede acarrear consecuencias dañinas como el desarrollo de una mirada sexista y cosificadora, la normalización de la violencia, la insatisfacción sexual generada por la creación de expectativas que están totalmente fuera de la realidad e incluso la adicción.