"Halloween no es una fiesta cristiana y, por desgracia, estoy seguro de que en la noche del 31 de octubre alguien desaparecerá en medio de la nada. No quiero que se impresione a nadie, pero esa es la realidad". La alarma proviene de una voz más que autorizada en el campo de las posesiones demoníacas, la del padre Paolo Carlin, coordinador y portavoz de la Asociación Internacional de Exorcistas (AIE).
El fraile capuchino habló de ello en una entrevista publicada por el vaticanista Fabio Marchese Ragona, extracto de su libro Il mio nome è Satana. Storie di esorcismi dal Vaticano a Medjugorje (San Paolo). "En los últimos días", explicó el padre Carlin, "varias personas habrán reclutado ya a futuras víctimas de sacrificio en la noche de Halloween o a futuros seguidores en las sectas. Lo más impactante que ocurre esta noche y que nadie cuenta es que alguno desaparecerá. Quien celebra Halloween en estos términos no es una persona inofensiva sino alguien que adora a Satanás, porque es el cumpleaños de Satanás".
Pero, ¿por qué precisamente en la noche de Halloween? "La motivación -responde el exorcista- reside en el valor que los satanistas y los miembros de las sectas dan a la noche del 31 de octubre, en referencia a las tradiciones paganas y a los cultos del norte de Europa: propiciar un nuevo año evocando a los espíritus y para los satanistas celebrar el cumpleaños de Satán".
La sentencia del exorcista para esta fiesta, que el comercio y los medios de comunicación han promovido entre niños y jóvenes, es total: "Halloween se presenta como un evento inofensivo y comercial; en realidad no lo es porque lleva a las personas que lo celebran, especialmente a los niños, a introducirse en lo que es el esoterismo y el ocultismo. No es una fiesta cristiana y hay que tener mucho cuidado porque se está jugando con fuego. El origen del truco o trato es: regalo o maldición que los magos celtas daban en función de si recibían lo que necesitaban o no. Algunos quieren opacar la fiesta de Todos los Santos, que se celebra el 1 de noviembre, y proponen Halloween. Se trata de una fiesta pagana que hunde sus raíces en la tradición celta y que marca el comienzo de un nuevo año", insiste el exorcista. Y añade: "La intención de paganizar las fiestas cristianas es evidente desde hace algunos años. La fiesta de Halloween es la manifestación concreta de una pseudo cultura inspirada en una ideología pagana y opuesta al cristianismo. Una ideología que pretende subvertir el orden natural y destruir la fe cristiana y la Iglesia, considerada como un obstáculo para su afirmación. Los santos son una expresión de la existencia de Dios y de su victoria sobre el mal y la muerte. Halloween excluye a Dios y todo lo que habla de él".
Para el padre Carlin, "educar a los niños en la muerte, el miedo, los vampiros, las calaveras y los zombis no es una educación para la vida. Los niños quieren entretenerse: que se entretengan con aquello que demuestra la vida, la confianza, las ganas de vivir, la virtud, el valor, la tenacidad. Los santos son todo esto y portavoces de la verdad y el amor. Es bonito estudiar la vida de los santos y hacer máscaras de los santos. Es bonito divertirse adivinando de qué santo se disfraza uno".
Con una severa advertencia también para los sacerdotes, el portavoz de la AIE concluye: "Invito a los párrocos a no proponer Halloween, que habla de vampiros, magos, zombis, diablos, muertos y momias, que no tienen nada que ver con el cristianismo. Proponemos lo que promueve la búsqueda de Jesús y el amor a la vida y la amistad. Los cristianos celebran a quienes son ejemplos de vida humana y cristiana bien vivida".
Fuente: Stanze Vaticane
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