por Portaluz
9 Abril de 2022
En algunos casos puede ser algo complicado, como relata en este testimonio publicado en su blog padre Stephen Rossetti, exorcista de la diócesis de Siracusa, en Estados Unidos. En concreto, dice, no tenían certeza de si las manifestaciones que mostraba aquella persona potencialmente posesa eran el resultado de una presencia demoníaca o de un origen psicológico. ¿Qué hizo el padre Stephen? Pidió a todo su equipo de apoyo que se sentaran a orar para que le ayudasen a discernir.
Afortunadamente -comenta el exorcista- había una "portadora de la carga", puntualiza, en el equipo. “Ella dijo: «Experimenté un espíritu de terror y ataques mentales demoníacos. Era muy fuerte». Su intervención fue una parte importante de nuestro discernimiento. Decidimos continuar con las sesiones de liberación”. Las sesiones posteriores confirmarían que aquella miembro del equipo había sido certera en sus observaciones.
“Jesús es EL portador de la carga. En su muerte y resurrección, tomó sobre sí todos nuestros pecados y se convirtió en la fuente de nuestra salvación. Pero hay algunas personas, elegidas por Él y no por nosotros, que participan en el hecho de que Cristo lleve las cargas de la gente. Más que una sensibilidad espiritual, los portadores de cargas sienten y experimentan realmente, en cierta medida, los sufrimientos del otro. Se les podría aplicar Gálatas 6:2: «Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y así cumpliréis la ley de Cristo»", comenta el padre Stephen.
Cuando el Espíritu hace que los portadores de cargas asuman los sufrimientos de los demás -afirma el sacerdote- suele ayudar a las personas afligidas con sus sufrimientos. Según la experiencia de este exorcista estos portadores de carga pueden darles a los posesos un pequeño respiro que puede ser crítico en un momento de crisis. Ayudan también a discernir -añade- cuáles son las heridas subyacentes...
“En nuestro ministerio de exorcismo, tenemos personas tan generosas y estamos muy agradecidos por ellas. Su ministerio está en gran parte oculto y debería seguir siéndolo. Participan en la cruz de Jesús por los demás. No es una vocación fácil”, afirmó padre Stephen.