por Portaluz
2 Julio de 2022
Continúa el ataque del régimen de Daniel Ortega en Nicaragua contra la Iglesia católica. Tras la expulsión del Nuncio Apostólico el pasado mes de marzo, y después de las amenazas a obispos y sacerdotes, ahora las monjas de la Madre Teresa también han sido enviadas fuera del país.
Monseñor Silvio José Báez, obispo auxiliar de Managua, lo hizo saber: "Me entristece mucho que la dictadura haya obligado a las Misioneras de la Caridad de Teresa de Calcuta a abandonar el país. Nada justifica que se prive a los pobres de la atención caritativa. Son un testimonio del servicio amoroso que han prestado las hermanas. Que Dios les bendiga".
La orden de expulsión afectó a 101 organizaciones cívicas y benéficas, incluidas las Misioneras de la Caridad. El pretexto es que estos grupos no cumplen con sus obligaciones según la legislación nacional. Ya el pasado mes de abril, el Parlamento prohibió 25 ONG, muchas de las cuales habían criticado abiertamente la labor del gobierno.
Las Misioneras de la Caridad llevaban operando en Nicaragua desde 1986, es decir, desde que la Madre Teresa de Calcuta visitó el país y el presidente era, ya entonces, Daniel Ortega. En Granada, han mantenido un refugio para adolescentes abandonados o maltratados hasta hoy.
Para el gobierno de Nicaragua, presidido por Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo, las Misioneras de la Caridad tienen que abandonar el país porque no han respetado las leyes sobre "financiación del terrorismo y proliferación de armas de destrucción masiva". Esta es la justificación que da la Dirección General de Registro y Control de Entidades sin Ánimo de Lucro del Ministerio del Interior; la misma justificación con la que se han prohibido muchas ONG.
El Ministerio del Interior, en el caso de las Hermanas de la Madre Teresa de Calcuta, añade que la congregación religiosa realiza actividades para las que no ha sido autorizada por los Ministerios de Familia, Educación y Sanidad.
La iglesia católica perseguida en Nicaragua ha padecido 190 ataques violentos y profanaciones, entre ellos un incendio en la Catedral de Managua, además de persecución policial y judicial a obispos y sacerdotes. Una investigación del Observatorio Pro Transparencia y Anticorrupción dice que "antes de abril 2018 los atropellos hacia la iglesia eran esporádicos. Después de esa fecha, las hostilidades incrementaron y suben de tono".