Exorcista Rossetti: En ocasiones el agotamiento repentino puede ser un "truco sutil" de los demonios

09 de julio de 2021

Satanás y los demonios no se cansan de tender trampas con tal de lograr que las almas se condenen al infierno, como también dificultar un exorcismo o cualquier acción que ponga al ser humano en comunicación con Dios, en estado de gracia.

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El conocido sacerdote de la diócesis de Siracusa Stephen J. Rossetti ofrece desde su blog personal una nueva experiencia que podría ser de ayuda para otros sacerdotes, exorcistas y también laicos cuando se encuentran realizando asuntos propios de su ministerio.
 
Inicia Rossetti su reflexión recordando lo que vivió durante un exorcismo reciente: “Cuando empezamos la sesión, me sentía bien.  Sin embargo, a mitad del exorcismo, sentí como si toda mi fuerza se hubiera ido.  Apenas podía moverme o hablar.  Tuve que obligarme a decir las oraciones.  Entonces la persona poseída también dijo: «Me siento muy, muy cansada».  «Esto es extraño», pensé, «¿qué está pasando?»”.


 
En ese instante, dice el sacerdote, vino a su mente la certeza de que quizá ese agotamiento era de carácter demoníaco.  “Así que ordené a los «demonios del cansancio» que se fueran.  Lo dije una y otra vez: «Demonios de la fatiga, en el Santo Nombre de Jesús os ordeno que os vayáis»”. 


 
Fue solo luego de ello que el cansancio desapareció y pudo proseguir el rito del exorcismo en aquella sesión, escribe el exorcista Rossetti. Esta experiencia le mantuvo alerta para advertir a otros sobre esta particular acción de los demonios.
 
“No hace mucho -confidencia padre Rossetti- un laico se quejaba de que cada vez que intentaba trabajar en su ministerio, se sentía abrumado por un cansancio inusual.  Le quitaba la energía y apenas podía funcionar.  Es muy revelador el hecho de que, siendo una persona saludable, el cansancio sólo le sobrevenía cuando estaba por comenzar su ministerio.  Sospeché de una causa demoníaca y se lo dije.  Le sugerí que usara abundante agua bendita sobre él y su lugar de trabajo, comenzando su ministerio con oraciones diarias de liberación”. 
 
Satanás y los demonios no se cansan de tender trampas con tal de lograr que las almas se condenen al infierno, como también dificultar un exorcismo o cualquier acción que ponga al ser humano en comunicación con Dios, en estado de gracia.

“La mayoría de los ataques de agotamiento tienen raíces fisiológicas y/o psicológicas, pero a veces tienen un origen demoníaco.  Yo sospecho más cuando ocurre en medio de un exorcismo o cuando ocurre inesperadamente mientras una persona comienza una tarea sagrada.  Cuando los demonios no quieren desesperadamente que ocurra algo, éste es uno de sus trucos sutiles”, concluye el padre Stephen J. Rossetti.
 

Fuente: Diary of an American exorcist

 

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