Experiencias de un exorcista: “El aislamiento es una característica habitual de los poseídos”.

06 de enero de 2023

En la obra “Infierno” de Dante, la novena y más baja región del infierno, donde reside el propio Satanás, se describe como un páramo helado.

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El sacerdote, exorcista y psicólogo norteamericano Stephen Rossetti ha recordado estos días la experiencia vivida por dos exorcistas conocidos suyos, durante el tiempo en que juntos atendían a una persona posesa por el demonio… "La noche anterior a la primera sesión, cada uno por separado tuvo una experiencia idéntica e inusual.  Cuando se reunieron a la mañana siguiente, ambos describieron que la noche anterior se habían sentido abrumados por un frío intenso.  No conseguían entrar en calor, a pesar de envolverse en capas de ropa.  Se congelaban por dentro.  Sus experiencias duraron aproximadamente una hora y luego se disiparon".

 

Los exorcistas le comentaron a padre Stephen que al reunirse con la persona que decía estar afligida por el demonio fue evidente que padecía una serie de síntomas de la acción extraordinaria del demonio. Pero en particular los exorcistas observaron que la víctima, aunque era una persona profesional competente, vivía aislada, sin amigos cercanos o vínculos afectivos saludables. En una palabra, su vida emocional era "fría", destaca el padre Stephen.

 

 

"El aislamiento -afirma Rossetti- es una característica habitual de los poseídos.  Cuando los demonios están presentes, los afligidos suelen experimentar algo de su vida en el infierno.  En las regiones infernales, no hay amistades.  Sólo existe un aislamiento emocional que traspasa el alma". 

 

Al respecto el sacerdote recuerda que en la obra “Infierno” de Dante, la novena y más baja región del infierno, donde reside el propio Satanás, se describe como un páramo helado.

 

 

"El camino hacia la recuperación de los afligidos por el demonio debe incluir, en última instancia, la reconexión con amigos, seres queridos y una comunidad de fe.  El cielo es amor, unidad y paz.  El infierno es odio y aislamiento.  Todos necesitamos el calor de la conexión humana, de lo contrario nuestra vida se convierte en un verdadero infierno", concluye en su reflexión el padre Stephen Rossetti.

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