"… «Me importa que vengas a mí. Esto es lo que me importa», dice el Señor. Y olvida todo lo demás. Este es el tiempo de la misericordia, es el tiempo de la compasión del Señor", proclamó el Santo Padre.
"Tener presente a los desfavorecidos de la tierra que nos interpelan para poner remedio a la falta de agua en sus países… Esta firmeza conducirá a superar la visión de convertir el agua en una mera mercancía, exclusivamente regulada por las leyes del mercado".
"En nombre de Dios para salvaguardar la paz necesitamos entrar juntos en una misma arca, para navegar los mares tormentosos del mundo… el arca de la fraternidad".
"La vida cristiana tiene momentos hermosos y momentos feos, momentos de tibieza, de desapego, como he dicho, donde todo no tiene sentido.... el momento de la desolación".