El abandono, el maltrato psicológico, la pobreza, el alcohol, la violencia… eran sus cadenas. Años sin rumbo que Dios transformaría para restaurarla e invitarla a ser una monitora de adictos en recuperación.
Amar a Cristo como homosexual, creer en Cristo defendiendo las banderas del lobby gay ha sido parte del camino que recorrió Richard Evans. Finalmente encontró el sentido y su paz.