Los últimos movimientos de la Federación para la Paz Universal, pantalla de la "secta Moon", sobre la que los obispos católicos llevan décadas alertando por su peligrosidad.
"Nunca pensé que fuera incompatible con mi condición de católica, de hija de Dios. No me di cuenta de que estaba ofendiendo a Dios y abriendo la puerta al demonio", reconoce esta mujer portuguesa.