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Akita, lugar donde la Santísima Virgen llora, sangra y habla de salvación en dramáticos mensajes

Akita, lugar donde la Santísima Virgen llora, sangra y habla de salvación en dramáticos mensajes

Portaluz visitó el Santuario de Akita para comprender en terreno el dramático mensaje y signos de esperanza que en este lugar la Santísima Virgen María ha entregado, luego que la humanidad no escuchara sus ruegos en Lourdes, Fátima, Beauraing, Banneux y otras de sus intervenciones extraordinarias anteriores.

por Equipo Portaluz

12 Diciembre de 2013

Como sus predecesores, el Papa Francisco consagró su pontificado y el mundo al Inmaculado Corazón de la Santísima Virgen María. Lo hizo ante la imagen original de la Virgen de Fátima, Nuestra Señora del Rosario, e invitando a unirse en directo a diez santuarios marianos del mundo. Entre ellos al de la Virgen de Akita, en Japón.

El acto ocurrió el 13 de octubre, pues en ese día el año 1917 sucedió la última aparición en Fátima, cuando la Virgen comunicó su tercer mensaje secreto (ya revelado por la Santa Sede). En coincidencia, también este mismo día, pero del año 1973, la Madre de Dios comunicó a la religiosa Agnes Katsuko Sasagawa su tercer y último mensaje en Akita, Japón.

Portaluz visitó en Akita el convento “Sagrada Eucaristía” de las Seitai Hoshikai (Siervas del Sagrado Corazón de Jesús en la Santa Eucaristía) y conversó con las hermanas Kurara y Bernadette; en el mismo lugar donde desde el 12 de junio al 13 de octubre de 1973 ocurrieron los principales acontecimientos extraordinarios (existieron otros previos y posteriores) de los que fue testigo predilecta la religiosa Agnes Sasagawa.

Los hechos, testimonios y análisis que Portaluz presenta, permiten comprender los mensajes que hace 40 años la Santísima Virgen María entregó al mundo, a través de la hermana Agnes. Con absoluta claridad la Santísima Virgen María comunica advertencias y signos de esperanza como ya lo hiciera en Guadalupe, Lourdes, Fátima, Beauraing y Banneux. Pero en Akita la Madre de Dios aunque nuevamente confirma un camino de salvación, comunica además, como nunca antes lo hiciera, una advertencia definitiva y radical...

Los estremecedores mensajes son también un gesto de amor maternal

Las señales más significativas y mensajes los recibe la hermana Agnes (hoy de 82 años) durante 5 meses en la capilla del convento “Sagrada Eucaristía” en el distrito de Akita. Rayos luminosos que irradia el Santísimo desde la custodia, ángeles en semicírculo alabando sobre el Santísimo, la imagen tallada en madera de Katsura de la Santísima Virgen (que representa la advocación de Nuestra Señora de los Pueblos, de Amsterdam) que sangra, llora y comunica tres mensajes. Todos hechos reconocidos como sobrenaturales y válidos en 1984 por Monseñor John Ito, obispo de la diócesis de Niigata y respaldados en 1988 por el entonces Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Cardenal Joseph Ratzinger, hoy Papa Emérito.

En artículo sobre Akita difundido por InfoCatólica en 2010 se indica que, como en Fátima (cuyos mensajes al decir de la Santa Sede ya han tenido cumplimiento), en Akita la Virgen María retorna en auxilio de la humanidad. Pero aquí sus palabras, señala el artículo, son de una estremecedora intensidad para advertir el posible futuro de la especie humana hoy... Sin embargo también (como en todas sus apariciones) consuela y da consejos para evitar ese castigo.

Los mensajes de Akita se cumplen hoy

En Portaluz hemos publicado una serie de reportajes que informan cómo en Lourdes, Fátima, Beauraing, Banneux y otras apariciones, la Santísima Virgen María advierte las consecuencias de vivir sin Dios y entrega medios para acceder a la conversión y la salvación. Asimismo que la iglesia ha declarado por cumplidos los mensajes dados en estos lugares, quedando de ellos para continuidad hasta el fin de los tiempos una espiritualidad que nutre la vida de fe de los creyentes. Pero sobre los mensajes de Akita, las explícitas palabras de la Virgen María parecen indicar que se están cumpliendo hoy...

Juan Pablo II, Benedicto XVI y hoy Papa Francisco han estado reiteradamente advirtiendo el condenatorio fin que enfrentan muchos en nuestra sociedad actual. Pero al mismo tiempo convocando en diversas formas y medios a la conversión.

En Akita poco antes que asumiera el primero de estos tres Pontífices y en un tono de extrema intensidad, la Virgen señaló lo que ellos han venido repitiéndonos... es urgente la conversión para apaciguar la ira de Dios (“Caerá fuego del cielo y aniquilará una gran parte de la humanidad, tanto malos como buenos, no perdonando a fieles ni a sacerdotes”).

De los hechos ya reconocidos por Monseñor Ito y ratificados por la Santa Sede, se concluye... La imagen de la Virgen que llora y sangra, habla a la hermana Agnes recordando el medio para evitar aquél castigo de Dios Padre: Vida Sacramental (Eucaristía), Penitencia (sacramento de la confesión), reparación (cumplimiento de los mandatos de Cristo), oración (Rosario), devoción a Cristo Sacramentado (Adoración Eucarística) y devoción que confía en que la Santísima Virgen María es mediadora de la Salvación (gracia máxima) pues nos lleva a Cristo, y en ello colabora a la Redención de toda la humanidad.

Al respecto la imagen a través de la cual se manifiesta la Santísima Virgen a la hermana Agnes es la de “Nuestra Señora de Todos los Pueblos”. De acuerdo a la hermana Agnes Sasagawa la Virgen Bendita quiere reunir a las almas compasivas que pueden agradar a Dios con sus sufrimientos. En el libro “The Scenery of Yuzawadai” que las hermanas del convento entregaron a Portaluz en Akita para que fuere fuente de consulta de este reportaje, se lee el testimonio de hermana Agnes:

“Esto es exactamente lo que Nuestra Señora quiere aquí en Akita. Deben arrepentirse, comiencen a orar a Dios con corazones buenos y puros. Conviértanse a Dios y entréguenle su vida. Es importante hacerse cristianos y conocer la misericordia de Dios. Él quiere que enmendemos nuestras vidas. Él mundo está muy corrupto y egocéntrico. Dios nos ama profundamente. Está tratando de salvarnos de los castigos a través de los mensajes de Nuestra Señora. Sólo mediante la oración se podrá seguir el camino para propagar los mensajes”.

Las palabras de la Virgen...

El día 12, 13 y 14 de junio de 1973, sor Agnes Sasagawa vió unos rayos luminosos que salían del sagrario de la capilla. En una de estas ocasiones también vio ángeles adorando a la Sagrada Eucaristía en un semicírculo alrededor del altar. El 24 de junio, domingo, la luminosidad era aún más brillante. El 28 de junio, una herida en forma de Cruz se formó en la palma de la mano izquierda de sor Agnes. Le causaba un dolor muy fuerte. El 5 de Julio, los dolores de la herida en la palma de su mano recrudecieron y sus compañeras le aconsejaron descansar un poco, sin embargo, siguió trabajando y ocupándose de la sacristía de la capilla.

Primer mensaje

El 6 de Julio de 1973, primer viernes de mes, a las tres de la mañana, su ángel de la guarda se aparece a la hermana Agnes y le dice:

"No temas. Soy el que está a tu lado y te guarda. Ven y sígueme. No reces únicamente por tus pecados, sino en reparación por los pecados de la humanidad. El mundo actual hiere al Sacratísimo Corazón de Jesús con sus ingratitudes y sus ultrajes. La herida de la mano de la Santísima Virgen María es mucho más profunda que la tuya. Ahora vamos hacia la capilla."Al llegar a la capilla el ángel desaparece. Sor Inés se arrodilla delante del altar, frente al sagrario, en adoración profunda. Luego se acerca a la estatua de la Virgen María y comprueba que efectivamente la imagen presenta una herida en forma de cruz en la mano derecha. Apenas lo hace, escucha una voz dulce proveniente de la estatua. Sor Agnes era sorda, pero de una manera milagrosa recibe un primer mensaje de la Virgen:

"Hija mía, mi novicia, tú me has obedecido bien abandonándolo todo para seguirme. ¿Es penosa la enfermedad de tus oídos? Puedes estar segura que curarán. Ten paciencia. Es la última prueba. ¿Te duele la herida de la mano? Reza en reparación de los pecados de la humanidad. Cada persona en esta comunidad es mi hija. ¿Rezas bien la oración de las Siervas de la Eucaristía? Entonces recémosla juntas:

"Sacratísimo Corazón de Jesús, verdaderamente presente en la Sagrada Eucaristía, Yo consagro mi cuerpo y mi alma para que sea enteramente uno con tu corazón que está siendo sacrificado en todos los altares del mundo y dando alabanza al Padre, rogando por la venida de su Reino. Recibe este humilde ofrecimiento de mi ser. Haz de mi como Tú quieras para la Gloria del Padre y la salvación de las almas. Santísima Madre de Dios, nunca dejes que me separe de tu Divino Hijo. Defiéndeme y protégeme como hija tuya. Amén" "Reza mucho por el Papa, los Obispos y los Sacerdotes."

Ese mismo día, 6 de Julio, la herida en forma de cruz que apareció en la mano derecha de la estatua de la Virgen, comienza a sangrar. El 25 de Julio, Monseñor Ito se dirige al convento para verificar el sangramiento en la mano de la estatua. Al día siguiente, la mano de la imagen sangra de nuevo. Esta vez la sangre es más abundante y oscura. Ese día sor Agnes sintió un dolor violento en la herida de la palma de su mano. Al día siguiente, el viernes 27 de Julio, el ángel le dijo:

"Tus dolores terminarán hoy. Guarda con mucho celo el recuerdo de la sangre de María y grábalo en tu corazón. La herida de María tiene un significado muy importante: Ha sido hecha para obtener vuestra conversión, para implorar la paz, para reparar las ingratitudes, ofensas, ultrajes e injurias que Dios recibe. Tengan en gran estima la devoción a la preciosísima sangre de Cristo".

El segundo mensaje, 3 de agosto de 1973

"Hija mía, mi novicia, ¿amas al Señor? Si tu amas al Señor escucha lo que voy a decirte. Es muy importante. Lo comunicarás a tu Superior: Muchos hombres en el mundo afligen al Señor. Deseo almas para consolarle, para suavizar la cólera del Padre Celestial. Deseo, con mi Hijo, almas que reparen con sus sufrimientos y su pobreza, por los pecadores y los ingratos. Para que el mundo se dé cuenta de su ira, el Padre Celestial se dispone a mandar un gran castigo a toda la humanidad.

Muchas veces he intervenido con mi Hijo para apaciguar la ira del Padre. He impedido que vinieran calamidades, ofreciéndole los sufrimientos del Hijo en la Cruz, su preciosa Sangre, las almas predilectas que le consuelan y constituyen la cohorte de las almas víctimas. Oración, Penitencia y Sacrificios animosos pueden suavizar la ira del Padre. Lo deseo también de tu comunidad, que amen la pobreza, que se santifiquen y recen en reparación de la ingratitud y los ultrajes de tantos hombres. Rezad la oración de las Siervas de la Eucaristía meditando su significado, ponedla en práctica. Ofrecedla en reparación de los pecados. Que cada una se esfuerce de según su capacidad y oficio, ofreciéndose enteramente al Señor." (...)

Después de un silencio le dijo:

"¿Es verdad lo que piensas en tu corazón? ¿Estás verdaderamente decidida a convertirte en piedra rechazada? Mi novicia, ¿deseas pertenecer sin reservas al Señor, ser la Esposa digna del Esposo, hacer tus votos sabiendo que debes ser adherida a la Cruz con tres clavos? Estos clavos son: pobreza, castidad y obediencia. De los tres, la obediencia es el fundamento. En total abandono, déjate guiar por tu superior. Él sabrá cómo entenderte y dirigirte."

El 29 de Septiembre de 1973, sábado, fiesta de san Miguel Arcángel, Patrón del Japón, los milagros se multiplicaron. Mientras sor Agnes rezaba el rosario con otra hermana, la estatua resplandecía con rayos luminosos, envuelta en una luz toda blanca. Al terminar notó que la herida de la mano de la estatua había desaparecido completamente. Y un líquido espeso, como sudor, salía de la estatua. Lo secaron con gasas y algodones. Una vez seca la estatua, los algodones exhalaron un perfume inefable que olía a rosas, a lirios, o violetas... Toda la capilla se llenó de este suave olor. Este perfume duró hasta el 16 de octubre.

Tercer y último mensaje, 13 de octubre de 1973

"Mi querida hija, escucha bien lo que voy a decirte, informarás de ello a tu superior: Si los hombres no se arrepienten y no se mejoran, el Padre mandará un terrible castigo a toda la humanidad. Será un castigo más grave que el diluvio, como jamás ha habido otro. Caerá fuego del cielo y aniquilará una gran parte de la humanidad, tanto malos como buenos, no perdonando a fieles ni a sacerdotes.

Los sobrevivientes se encontrarán tan desolados que envidiarán a los muertos. Las únicas armas que nos quedarán entonces serán el Rosario y el Signo dejado por mi hijo. (...) Con el rosario rogad por el Papa, los Obispos y los sacerdotes.

La acción del diablo se infiltrará hasta la Iglesia, de tal forma que se verán cardenales oponiéndose a otros cardenales, obispos contra obispos. Los sacerdotes que me veneren serán despreciados y combatidos por otros sacerdotes. Las iglesias y los altares serán saqueados. La Iglesia se llenará de quienes aceptan componendas, y el demonio empujará a muchos sacerdotes y almas consagradas, a abandonar el servicio del Señor.

El demonio atacará encarnizadamente sobre todo a las almas consagradas a Dios. El pensamiento de la pérdida de tantas almas es la causa de mi tristeza. Si los pecados aumentan en número y en gravedad, ya no habrá perdón para ellos. Recen mucho las oraciones del Rosario. (...) Aquéllos que ponen su confianza en mí serán salvados."

Signos extraordinarios finales

El 13 de Octubre de 1974, mientras oraba ante el Santísimo, la Hermana Agnes se curó instantáneamente de su sordera. Ella misma telefoneó a Monseñor Ito y le habló como si nunca hubiera estado sorda. El día siguiente, el médico diagnosticó: "Facultad de oír normal". La curación duró seis meses, luego volvió a estar sorda. Dios le pidió que hiciera el ofrecimiento de ese sacrificio. El día de Pentecostés, último domingo de Mayo de 1982, sanaría definitivamente durante la bendición con el Santísimo Sacramento.

Desde el 4 de enero de 1975 y hasta el 15 de septiembre de 1981 la imagen de la Santísima Virgen derrama lágrimas 101 veces. La hermana Agnes, Monseñor Ito, otras religiosas, laicos e incluso personas budistas fueron testigos oculares. El día que comenzó este evento, el ángel se apareció a sor Agnes y le dijo:

"No te sorprendas de ver a la Santísima Virgen María llorar. Una sola alma que se convierta es preciosa a su Corazón. Ella manifiesta su dolor para avivar vuestra fe, siempre tan inclinada a debilitarse. Ahora que habéis visto sus preciosas lágrimas, y para consolarla, habla con valor, extiende esta devoción para su gloria y la de su Hijo".

Fuente: Libro The Scenery of Yuzawadai