“La Confesión” de Marcin que estremece conciencias ya es viral. #DalealPlay

30 de junio de 2023

“Desde lo hondo a ti grito, Señor; Señor, escucha mi voz; estén tus oídos atentos a la voz de mi súplica”.

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En Tarnow, una ciudad polaca de bella arquitectura renacentista, rodeada por viñedos, circundada por el río Dunajec -afluente del gran Danubio- y con poco más de 118 mil habitantes, nació en 1979 Marcin Kwaśny.

 

Con apenas 15 años Marcin comenzó a mostrar habilidades y vocación, al protagonizar en su escuela la obra teatral Encrucijada de Amor. Fue el primer paso de muchos para este profesional que se ha consolidado como un destacado actor, guionista, director de teatro, televisión y cine.

 

Su ascendente carrera no estuvo exenta de polémicas, en un país de mayoría católica que recibía las afrentas del contestatario Marcin, jactándose en público de su identidad atea, con particular beligerancia hacia los católicos. Pero los demonios que suelen asociarse a quienes producen arte también atraparon a Marcin. Así, al haberse permitido por años una vida de excesos acabó alcohólico y con su primer matrimonio destruido.

 

Pronto tocó fondo confirmando el dicho popular que reza: A cada santo le llega su día. "Llegó un momento en el cual supe que un hombre puede aferrarse a muchas cosas por y para sí mismo, pero nada le dará felicidad", confidencia el director de cine polaco quien en marzo de 2019 en un programa titulado Wierzę w Boga (Creo en Dios), emitido por Trwam TV, habló de su conversión.

 

La súplica y liberación del ateo que se abre a Dios

 

 

Aquel instante de profunda conciencia sobre su vida ocurrió el año 2013 y hoy -dice- lo recuerda como una experiencia semejante a la del salmista que implora: Desde lo hondo a ti grito, Señor; Señor, escucha mi voz; estén tus oídos atentos a la voz de mi súplica. Y Dios estaba escuchando, siempre había estado con él. "Durante 18 años estuve fuera de la Iglesia, alejado de Dios. Era anticatólico, anticlerical y en 2013 dije esta frase: «Señor Jesús, si existes, ayúdame, porque no salgo adelante»".

 

Fue el primer paso, y solo seis meses después dio su sí definitivo a la conversión, cuando recibió la liberación en el sacramento de la Confesión. "Me liberó de todas mis esclavitudes. Yo mismo experimenté su increíble efecto, que incluso me exorcizó". Desde entonces acude periódicamente a renovarse y da sus razones: "si uno ama a Dios, quiere purificarse, tener una buena relación con Él, estar en estado de gracia santificante (…) Necesitamos convertirnos cada día, pedir a Dios de rodillas que multiplique nuestra fe, porque somos personas débiles. Esto es normal. Pero si una persona es capaz de admitir sus propias debilidades, entonces deja espacio para que actúe el poder de Dios", explica Marcin.

 

Fruto de la Gracia

 

Protagonista de "La Confesión"

 

Siete años después de aquel encuentro con Dios, cual opera prima de su propia vida, recreando espacios y vivencias transversales a millones de seres humanos, vería la luz un poderoso fruto de la Gracia: el cortometraje que lleva por título "Spowiedź (La Confesión)" que con más de 207 mil visualizaciones se ha vuelto viral en YouTube.

 

"No oculto que la decisión de esta película fue rezada. En la adoración oí claramente en mi corazón que debía hacerla, que se encontraría dinero para ello. Y efectivamente, se encontraron fondos y personas increíbles se unieron al proyecto. Dios me dio el mejor equipo de actores y productores", señala Marcin Kwaśny.

 

Tras su lanzamiento le preguntaron si no temía que "La Confesión", debido a algunas escenas controvertidas, pudiera ser recibida negativamente. Marcin respondió: "No tengo miedo porque el propio Jesús dice que no vino a los sanos, sino a los enfermos, a los que no están bien. Cuando hacía la película, pensaba en la gente que está lejos de Dios, que no le conoce, que no está tocada por su gracia … Diálogos más explícitos tienen la posibilidad de hablarles (a los jóvenes) con más fuerza".

 

#DalealPlay, activa si lo deseas los subtítulos en español y disfruta “La Confesión”

 

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