Kevin Costner impacta con un film que aborda los dolores y tensiones que acompañaron el nacimiento de Jesús

El martes 9 de diciembre, ABCNetwork estrenó «Kevin Costner Presents: The First Christmas». ¿Por qué Kevin decidió participar como presentador y narrador en este film? En diálogo con revista América señala que para él "las historias de la Biblia son fantásticas" y esta narración que ahora ofrece del viaje que María y José realizan desde Nazaret a Belén, espera que pueda enseñar algo valioso a la gente.

La producción es un recuento sobre el nacimiento de Jesús bellamente elaborado y con base histórica. No se parece a ninguna película navideña que la mayoría pudiere haber visto. No hay nada occidentalizado ni un toque sentimental. Esta película propone la crudeza, la cultura, el peligro y el recorrido histórico de lo que vivieron María y José. El resultado es poderoso y profundamente conmovedor.

"Quizás sepas un poco sobre [la historia del nacimiento de Jesús], quizás sepas mucho", dice Kevin Costner en su introducción al especial, mientras bebe de una taza de café y camina por el plató. "Cuando era niño, empecé a aprender sobre la Biblia, sus historias, los milagros. Pero fue la primera Navidad lo que me pareció más importante de todo eso".

"¿Cómo empezó todo?", pregunta Kevin. "La historia se suele representar como un bebé nacido en un acogedor establo rodeado de animales. Pero hay otra versión: una que comienza con una adolescente embarazada y soltera, un hombre que la amaba avergonzado, un viaje traicionero seguido de un parto angustioso dentro de una cueva oscura".

Este enfoque en el relato histórico prevalece a lo largo de todo el especial. Intercalando con los sucesos del Nacimiento, hay entrevistas con diversos científicos, historiadores, filósofos y sacerdotes que son expertos en la materia en diversos campos relevantes. Se trata de un grupo diverso, que incluye a personas de origen judío, indio y asiático. El reverendo Sean Raftis, de la diócesis de Helena, Montana, es el representante católico. Se centra en extrapolar diversos aspectos teológicos de la historia, por ejemplo, explicando la naturaleza y el significado del arcángel Gabriel. Arqueólogos y estudiosos de la época romana ofrecen una visión de la situación política de la época, con especial atención al despótico Herodes el Grande.

La película es mitad documental y mitad drama. A lo largo de la producción, Costner ofrece una narración constante. Su voz se utiliza a menudo para señalar cosas que algunos espectadores podrían no haber tenido en cuenta. En la entrevista con la revista America, cuando se le preguntó sobre algo que había aprendido durante su participación en esta producción, mencionó las edades de María y José. "No fue un momento de «no lo sabía», sino de «claro, así era»", dijo. "Así de jóvenes eran y ... ella no estaba casada. Estaba embarazada. Empezamos con eso. Yo quería hacerlo. [José] estaba avergonzado... pero luego hubo un momento en el que ellos, como adolescentes, también comprendieron que tenían que proteger a ese niño".

A través del reparto, la dirección, las entrevistas y la narración, el especial se esfuerza por enfatizar la juventud de María y José, aquí retratados como una pareja de adolescentes. Esta es la característica más notable de esta representación de la Sagrada Familia. María juega, canta y baila con otras chicas de Nazaret tras su compromiso. José está impaciente y ansioso por casarse, pero también temeroso y receloso cuando María le revela su embarazo. Gia Rose Patel, que interpreta a María, y Ethan Thorne, que interpreta a José, tienen ambos rostros frescos, pero su inocencia y juventud se van desgastando poco a poco a lo largo de su viaje a Belén, a medida que el polvo se va acumulando en sus rostros.

Esto, más que nada, fue lo que atrajo a Kevin Costner al proyecto. Al igual que su deseo en el pasado de ofrecer una visión más fiel a la historia del género western, como en Bailando con lobos y Horizonte, confidencia sentirse atraído por la cruda realidad de esta historia.

Kevin confidencia su anhelo de que el público se lleve un mensaje de esperanza, porque la tensión de la obra al final conduce hacia la luz. "Los seres humanos gustamos de marcar el tiempo de alguna manera", dice en la entrevista, hablando de la Navidad. "Nos reunimos en torno a fechas, a momentos en el tiempo, y eso nos ayuda como seres humanos. Nos esforzamos al máximo durante el resto del año y, de repente, reducimos el ritmo por un segundo. Me alegró mucho que pudiéramos ralentizar ese momento, sin ser una autoridad del mundo que estamos contando, sino profundizando más y ofreciendo una visión que consideramos reflexiva... Para mí fue un privilegio poder al menos apoyar la religión en la que creo", finalizó.