por Equipo Portaluz
9 Enero de 2014En el mundo son 14 los países que han aprobado legalmente el matrimonio homosexual y otros 19 tienen normativas de uniones civiles o similares (...como el AVP ad portas de ser aprobado en Chile). Treinta y tres países pro gay, 17% del total mundial, considerando que en el mundo existen -según Naciones Unidas- 193 países.
Holanda, desde el 1° de abril del año 2001 fue el primer país que legisló a favor del matrimonio homosexual y sus derechos de adopción. Luego lo aprobó Bélgica el 1° de junio de 2003 y en 2006 el derecho de adopción.
En el debate del Senado en Bélgica, que otorgaría derechos de adopción a los matrimonios homosexuales, la Ministra de Justicia de la época, Laurette Onkelinx, argumentó que si en Bélgica ya se había legalizado el matrimonio homosexual, la eutanasia e incluso el aborto, era necesario también aprobar el derecho de adopción igualitario. "El proyecto -concluyó- permite a los niños tener un auténtico estatus indispensable para su desarrollo. Su situación no es vergonzosa".
Una, lleva a la otra y todas se retroalimentan
Precisamente, con este criterio, los belgas no se han detenido en la búsqueda de lo que Olkelinx llamó “un auténtico estatus” para sus ciudadanos. Faltaba algo más...
El 12 de diciembre el Senado de ese país aprobó la extensión de la ley de eutanasia a los menores de edad. Según esta reforma, los pequeños que se encuentren en una situación de “sufrimiento físico insoportable, que su muerte a corto plazo sea inevitable y que soliciten que se ponga fin a su vida”, podrán hacerlo en acuerdo con sus padres y de un equipo médico que evaluará la situación.
El objetivo más allá de las leyes
Conquistado el territorio político, el de los medios, los espacios públicos y el legal, entre otros, transformar la sociedad y a sus miembros parece ser el objetivo. Sobre este particular Rolando Jiménez, líder histórico en Chile de las reivindicaciones del colectivo homosexual ha señalado en diversas entrevistas la importancia de ir más allá de las leyes para lograr “un cambio cultural” (cit. Periódico La Frontera, Radio Cooperativa, etcétera).
El ardor de Jiménez por cumplir su agenda le llevó incluso a presionar públicamente al Presidente de la República de Chile para que impulsare la Ley que regula las uniones de hecho entre personas del mismo sexo y de distinto sexo (AVP).
En declaraciones al diario chileno La Tercera, señaló: “Si el AVP queda para el próximo gobierno, lo desechamos y vamos por el matrimonio igualitario”.Con su frase, que ganó titular, quedó en evidencia un aspecto ético fundamental, que pasaría desapercibido -al menos por no mencionado en el debate- para los senadores que el pasado 7 de enero aprobaron en Chile la idea de legislar...
Jiménez, su colectivo y otros liderazgos semejantes en Chile siempre se auto proclamaron en defensores del derecho que tendrían las parejas de distinto sexo a tener una ley que regule sus uniones de hecho. En su argumentación, los datos estadísticos que sitúan en un millón las parejas de distinto sexo que conviven en Chile era fundamental. Airadamente los líderes de las organizaciones gay se oponen a que se regule sólo las uniones de hecho de personas del mismo sexo, señalando que dejar fuera al resto es “discriminatorio”.
Sin embargo la frase... “Si el AVP queda para el próximo gobierno -(en marzo asume la nueva presidenta)-, lo desechamos y vamos por el matrimonio igualitario”, deja en evidencia que las parejas del mismo sexo importan en el debate sólo en tanto son un dato estadístico al servicio de un objetivo particular del colectivo homosexual organizado en el país sudamericano... como en el resto del mundo.