Sacerdote ucraniano devoto de Fátima enfrentó la invasión rusa de su parroquia: "Rezo por la conversión de Rusia"

Sacerdote ucraniano devoto de Fátima enfrentó la invasión rusa de su parroquia: "Rezo por la conversión de Rusia"

El punto culminante de su relación con Nuestra Señora del Rosario lo vivió al ser deportado por los rusos. "Tuve que cruzar la 'zona gris' a pie para llegar a las posiciones del ejército ucraniano. No sabía si sobreviviría". En el camino, recuerda que rezó a la Virgen María y le hizo un voto: "Si logro cruzar con vida, te prometo que le diré a la gente que necesita rezar el rosario".

por Portaluz

7 Agosto de 2025

El 26 de febrero de 2022 Rusia invadió la ciudad costera ucraniana de Melitopol, ocupando luego la mayor parte de la región de Zaporizhzhia. En este adverso escenario, el joven sacerdote Oleksandr Bohomaz, de 36 años, se negó a huir de su parroquia. Y pudo continuar allí por nueve meses, junto con otros dos sacerdotes, atendiendo a los sobrevivientes que no pudieron escapar.

Oleksandr Bohomaz había nacido y crecido en la aldea de Nyzhni Sirohozy. Cursó luego estudios en la Universidad Pedagógica de Melitopol y en el Seminario Teológico de los Tres Jerarcas de Kiev. En mayo de 2016, fue ordenado sacerdote de la iglesia greco-católica ucraniana. Regresó a su pueblo natal, donde se convirtió en rector de la parroquia de San Alejandro y luego lo enviaron a Melitopol para servir en la Iglesia de la Natividad de la Santísima Virgen María.

Los invasores rusos sometían a un acoso constante a las comunidades del padre Oleksandr, interrumpiendo los servicios religiosos, llevándose detenidos, haciendo desaparecer personas. Luego, en diciembre de 2022, tras proclamar los rusos el día 6 un decreto que declaró fuera de la ley a la iglesia católica y sus organizaciones benéficas, el padre Oleksandr fue detenido. Violentado en un mordaz interrogatorio, llevaron luego al sacerdote a un puesto de control militar del frente de batalla, donde lo obligaron a caminar hacia el territorio bajo control de Ucrania.

"Ahora que estoy aquí, y los feligreses de Melitopol están allí, es mi mayor dolor no poder recorrer este camino con ellos", dijo el sacerdote a periodistas de la Universidad Católica de Ucrania que recogieron su testimonio en el video disponible sobre este párrafo.

En mayo de 2025 desde la Iglesia San Volodymyr el Grande (en la región de Zaporizhzhia), el sacerdote conversó sobre su experiencia con periodistas del portal norteamericano de la Asociación Caballeros de Colón, la cual apoya desde Ucrania... "Cuando comenzó la guerra, tuve que tomar la decisión de apoyar a la gente, y fue algo muy natural para mí. Creo que fue por gracia, no por mi mérito. El Señor me dio la gracia y la acepté. Quería estar presente en la vida de nuestros feligreses. Pensé: «Jesús, soy tu instrumento. Dondequiera que quieras ir, quiero ser tu burro. Muéstrame a dónde quieres que vaya, e iré allí y haré lo que quieras». Mientras Él necesite que esté en algún lugar, estoy listo para ir allí".

imagen gentileza de andrii gorb

En su vida espiritual el padre Oleksandr tiene hoy como pilar a la Santísima Virgen María. Fue un proceso, dice, que comenzó con el rezo del rosario que un sacerdote le sugirió en el Seminario. Luego, el año 2018, en una peregrinación a Tierra Santa, estando una noche en la gruta de la Anunciación -reflexionando que si Dios había confiado al sí de María la salvación de la humanidad- se sintió llamado por el Espíritu Santo a confiar del todo en ella.

Luego cuando estaba en Melitopol bajo la ocupación rusa en 2022, el sacerdote vivía, dice, en un estado de oración constante. "Rezaba 10 rosarios al día, a veces más, incluso hasta 15", ya sea que estuviera conduciendo, caminando o en la capilla. Siempre rezando.

Pero el punto culminante de su relación con Nuestra Señora del Rosario lo vivió al ser deportado y dejado en la 'zona gris' (entre las áreas controladas por Rusia y Ucrania). "Tuve que cruzar la 'zona gris' a pie para llegar a las posiciones del ejército ucraniano. No sabía si sobreviviría". En el camino, recuerda que le rezó a la Virgen María y le hizo un voto: "Si logro cruzar con vida, te prometo que le diré a la gente que necesita rezar el rosario".

Cruzó con éxito. El Señor le acompañó con milagros y cree que Nuestra Señora del rosario lo guió. Podría haber perdido fácilmente la vida allí... pero poco después, se olvidó de su voto. 

padre oleksandr bohomaz

Diez meses después, el obispo le nombró para dirigir la peregrinación de una estatua de Nuestra Señora de Fátima enviada por el Santuario de Portugal a las martirizadas parroquias de Donetsk, en Dnipro y Zaporizhzhia. Ya estaba de camino a la primera parroquia con la estatua, con una charla preparada y programas de oración, cuando de repente -dice el padre Oleksandr- "recordé el voto que le había hecho a la Virgen". Solo Dios, Ella y él lo sabían y comprendió que con la peregrinación se le regalaba una gran oportunidad de cumplir esa promesa...

Y desde ese instante se declara un devoto de Nuestra Señora del Rosario de Fátima, con un testimonio y argumentos que están tocando el corazón de miles, tal como aquí lo señala al finalizar su testimonio: 

"En Fátima, Nuestra Señora llamó a los niños a orar por la conversión de los pecadores. La Madre de Dios también reveló a los niños que, si Rusia no se convertía y no se consagraba al Inmaculado Corazón de María, un gran mal y grandes mentiras vendrían a través de Rusia, lo que destruiría naciones. Y hoy, vemos las consecuencias de este mal. Pero Nuestra Señora prometió que su Inmaculado Corazón prevalecería. Vivo con esta esperanza y expectativa: la victoria del Inmaculado Corazón de María. Rezo por la conversión de Rusia. Trato de recordar esto todos los días en la Divina Liturgia".