El Papa León XIV aprueba el milagro que valida como beato a Enrique Shaw. Una primicia que Portaluz adelantó en 2021

El Papa León XIV aprueba el milagro que valida como beato a Enrique Shaw. Una primicia que Portaluz adelantó en 2021

El beneficiario del milagro es un niño argentino de 5 años al momento de los hechos, que padeció un accidente casi mortal por la patada de un caballo en el cráneo.

por Portaluz

18 Diciembre de 2025

La Santa Sede ha informado el día 18 de diciembre de 2025 que "durante la audiencia concedida a Su Eminencia Reverendísima, el señor cardenal Marcello Semeraro, prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, el Sumo Pontífice ha autorizado al mismo Dicasterio a promulgar (los) decreto(s) relativo(s) a: el milagro atribuido a la intercesión del venerable Siervo de Dios Enrico Ernesto Shaw, fiel laico y padre de familia, nacido el 26 de febrero de 1921 en París (Francia) y fallecido el 27 de agosto de 1962 en Buenos Aires (Argentina)".

 

Al respecto, el año 2021 Portaluz publicó una extensa entrevista (pulse aquí para leer) que nos concedió en exclusiva Sandra Shaw, hija de Enrique, próximo beato, en la cual ella señaló sobre el referido milagro:

"A fines del año antepasado -porque el año pasado estuvo frenado todo por la pandemia-, mandaron a Roma el caso del accidente de un chico en estado muy grave (n. del e.: cuya mejoría milagrosa se atribuye a la mediación de Enrique Shaw). Bueno, ya lo revisaron y le dieron la validez. Una causa de beatificación tiene un proceso legal porque toca ir por muchas etapas, en cada etapa piden aclaraciones. Por ejemplo, ya pasó la etapa de los historiadores que pidieron muchas aclaraciones porque no conocen mucho, todo tiene que estar clarito, muy clarito. Después pasó la etapa de los teólogos que también ya la aprobaron toda. Ahora pasa a los cardenales, que va a ser muy pronto eso...".

En aquel momento, por el protocolo del proceso, no se podía entrar en detalles respecto del "milagro atribuido a la intercesión del venerable Siervo de Dios Enrique Ernesto Shaw". Hoy, ya es posible informarlo y estos son los hechos conocidos según informa Infobae:

El 21 de junio de 2015, en un campo de Suipacha, población cercana a Buenos Aires (Argentina), un niño de cinco años jugaba junto a un cercado de caballos. Una víbora asustó a un caballo, que se encabritó lanzando coces y golpeó al niño en la cabeza. Le causó una lesión gravísima en el cráneo.

"La madre fue testigo directa de la tragedia. El padre se encontraba lejos. Cuando logran levantar al niño, la situación era desesperante: no respondía, no reaccionaba, parecía no respirar. Todo indicaba que estaban ante una muerte inminente", explica el empresario argentino Fernán de Elizalde que fue durante un tiempo vicepostulador de la causa.

Subieron al niño a una camioneta y a toda prisa buscaron ayuda en distintos puntos de la carretera. En el pueblo de Chivilcoy dos médicas, ex oficiales de la Fuerza Aérea y con experiencia en trauma, lograron una reacción vital mínima para que el niño pudiera resistir un traslado aéreo medicalizado, en helicóptero, hasta el Hospital Universitario Austral, en Buenos Aires.

El padre, que conocía la figura del Venerable Enrique Shaw, se dirigió a él pidiéndole su intercesión desde el Cielo: "Yo te cambio tu santidad por la salud de mi hijo", le dijo.

La familia pidió a muchos que rezaran a Enrique Shaw por la curación de su hijo. Entre 7.000 y 8.000 personas de distintos países de sumaron a esa oración. "Una tía del niño, diseñadora gráfica, crea una estampita de Enrique Shaw, que en lugar de decir 'venerable', dice abajo 'que sea tu milagro'", detalló Fernán de Elizalde. Esa imagen circuló por Internet, por redes sociales, por el hospital... También la colocaron tras la cama del niño en terapia intensiva. Sanitarios y enfermeros rezaban también por él.

Se trajo un cirujano especialista para realizar una intervención clave. La madre rezaba pidiendo específicamente que el niño se curara y quedara sin secuelas. Minutos antes de entrar al quirófano, el cirujano examinó de rutina al niño y observó algo inesperado: el líquido de la herida comenzaba a drenarse de manera espontánea y normal. La presión intracraneal se había regularizado sola. La válvula ya no era necesaria.

La cirugía se suspendió. El médico no hizo nada: sólo observó el fenómeno, que no podía explicar médicamente, sólo describirlo.

"Ese instante marca con claridad un antes y un después, un criterio fundamental en los procesos canónicos de reconocimiento de un milagro. Lo que la medicina no podía explicar ni lograr, había ocurrido", destaca Fernán de Elizalde.

Temas relacionados
enrique shaw santidad