El obispo de Winona-Rochester (Minnesota, Estados Unidos), Robert Barron, declaró esta semana que acontecimientos como la recién concluida Jornada Mundial de la Juventud no sólo son relevantes para la Iglesia católica, sino también esenciales para contrarrestar lo que, en su opinión, ha sido la práctica de "adormecer demasiado la fe durante demasiado tiempo".
En una reciente entrevista con Colm Flynn, de EWTN Vaticano, en el programa EWTN News Nightly, Monseñor Barron, conocido por su popular Portal en YouTube Word on Fire y por sus habituales "Sermones dominicales" en las redes sociales, reflexionó sobre el contraste entre el declive del catolicismo en ciertas zonas del mundo y su crecimiento en países africanos y asiáticos.
La fe católica "está, en cierto modo, declinando en Occidente; en otras partes del mundo, no", comentó el obispo y explicó: "Una cosa sobre la Jornada Mundial de la Juventud es que ves a católicos de todo el mundo, y nos saca de nuestra visión a veces miope occidental de las cosas. Me encanta que se vea la vitalidad de la fe en África y Asia".
A la pregunta de qué hace tan especial a la Jornada Mundial de la Juventud, Mons. Barron argumentó que la gente está "hambrienta de Dios, lo reconozcan o no, lo sientan directamente o no. Por eso, cuando hay una oportunidad de reunirse para buscar a Dios, para alabarlo, los jóvenes responden", afirmó.
Mons. Barron dice que los jóvenes "no quieren una trompeta que suene insegura; no quieren un mensaje vacilante. Quieren algo claro, y cuando lo reciben, responden a ello. Quieren algo con una base sólida", reiteró y añade: "Hemos adormecido la fe durante demasiado tiempo".
El obispo reflexionó sobre su propia generación, de la que dijo "recibió un catolicismo 'bobo'" que "ha sido un desastre pastoral". Esta valoración, argumentó, "no es sólo mi opinión privada", sino que se refleja en "todas las encuestas que muestran que cada vez más personas se desafilian de la fe católica".
Subrayando la necesidad de que la Iglesia difunda el Evangelio, Mons. Barron recordó en la entrevista los consejos del Papa Benedicto XVI sobre los tres objetivos principales de la Iglesia, que el obispo describió como "adorar a Dios, servir a los pobres y evangelizar".
Esos objetivos, dice Monseñor, son necesarios en un continuo "a tiempo y a destiempo, tanto si tenemos éxito cultural como si somos odiados culturalmente, proclamamos a Jesucristo como Señor".
El obispo Barron argumentó además que urge enseñar a los jóvenes que, aunque las redes sociales pueden ser "una herramienta", "no son el mundo real. El mundo real es el culto a Dios, el servicio a los pobres y la comunión de unos con otros. Me encantan las redes sociales, las uso. Pero tiene un aspecto muy negativo y las cifras de ansiedad, depresión y tendencias suicidas están aumentando entre los jóvenes", reflexionó.
"Sé que ahora es más duro", señaló el obispo Barron sobre el mundo actual en el que los jóvenes están alcanzando la mayoría de edad. "Lo que significa que necesitamos a Cristo más que nunca. Y quiero que salgan con una sensación de Jesús que los ama, que camina con ellos, y que quiere ser el Señor de su vida de una manera liberadora".