Los Arcángeles nos defienden de Satanás que quiere destruir la humanidad, dice el Papa Francisco

29 de septiembre de 2023

"El Señor ha dado esta tarea principalmente a los ángeles: luchar y vencer. Y el canto final del Apocalipsis, después de esta lucha, es tan bello: ‘Ahora se ha cumplido la salvación, la fuerza y el Reino de nuestro Dios y el poder de su Cristo, porque ha sido precipitado el acusador de nuestros hermanos, aquel que los acusaba ante nuestro Dios día y noche’”, destaca el Pontífice.

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Satanás presenta las cosas como si fueran buenas, pero su intención es destruir al hombre, incluso engañando con motivaciones en apariencia muy "humanistas". Pero Dios ha encomendado a los ángeles luchar y defender a la humanidad contra toda acción de Satanás y sus huestes del infierno. Son las certezas de fe que, en síntesis, presentó el Papa Francisco en su homilía de la Misa matutina celebrada en la capilla de la Casa de Santa Marta el 29 de septiembre de 2014, día en que cada año la Iglesia festeja a los Santos Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael.

El Papa Francisco se refirió a la "lucha entre el demonio y Dios", teniendo en cuenta los contenidos de las lecturas del día, a saber: la visión de la gloria de Dios relatada por el profeta Daniel con el Hijo del hombre, Jesucristo, ante el Padre; la lucha del arcángel Miguel y sus ángeles contra "el gran dragón, la serpiente antigua, que es llamado diablo" y que "sedujo a toda la tierra habitada", pero que fue derrotado, como afirma el Apocalipsis; y el Evangelio en que Jesús dice a Natanael: "Verán el cielo abierto y los ángeles de Dios subiendo y bajando sobre el Hijo del hombre".

Pero esta lucha -advierte el Vicario de Cristo- "tiene lugar después de que Satanás buscara destruir a la mujer que está a punto de dar a luz al hijo. Porque Satanás siempre busca destruir al hombre: ese hombre que Daniel veía ahí, en gloria, y que Jesús decía a Natanael que vendría en gloria. Desde el inicio la Biblia nos habla de esto: esta seducción para destruir de Satanás. Quizás por envidia". Y al respecto el Papa Francisco, haciendo referencia al salmo 8, destacó que "esa inteligencia tan grande del ángel no podía soportar en sus hombros esta humillación, que una creatura inferior fuera hecha superior; y buscaba destruirla".
 


El Papa Francisco enseña que "muchos proyectos de deshumanización del hombre son obra de Satanás, simplemente porque odia al hombre. Satanás es astuto: lo dice la primera página del Génesis. Es astuto, presenta las cosas como si fueran buenas. Pero su intención es la destrucción".

 

Ante esta obra de Satanás "los ángeles nos defienden", recuerda el Pontífice. Es por eso que "la Iglesia honra a los ángeles, porque son ellos los que estarán en la gloria de Dios —están en la gloria de Dios— porque defienden el gran misterio escondido de Dios, es decir, que el Verbo vino en la carne". Precisamente -dice el Papa- "a Él le quieren destruir; y cuando no pueden destruir a la persona de Jesús buscan destruir a su pueblo; y cuando no pueden destruir al pueblo de Dios, inventan explicaciones humanísticas que van precisamente en contra del hombre, en contra de la humanidad y en contra de Dios".


Al finalizar su enseñanza, el Papa invitó a orar a los arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael y a "rezar esa oración antigua (n. del ed.: ver a continuación), pero tan bella, al arcángel Miguel, para que sigua luchando para defender el misterio más grande de la humanidad: que el Verbo se ha hecho Hombre, ha muerto y resucitado. Éste es nuestro tesoro. Que Él siga luchando para custodiarlo".
 
 
Oración a San Miguel Arcángel
 
 
San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha. Sé nuestro amparo contra la perversidad y acechanzas del demonio. Reprímale Dios, como rendidamente se lo suplicamos; y tú, oh Príncipe de la Milicia Celestial, con el poder que Dios te ha conferido, arroja al infierno a Satanás, y a los demás espíritus malignos que vagan por el mundo para la perdición de las almas. Amén.
 
 
Oración-Consagración a San Miguel Arcángel
 
 
Príncipe nobilísimo de la jerarquía Angélica
Valiente guerrero del Altísimo,
celoso amador de la gloria del Señor,
terror de los ángeles rebeldes,
amor y delicia de todos los ángeles buenos,
Arcángel San Miguel,
deseando ser incluido entre tus numerosos devotos,
hoy a ti me consagro, me ofrezco y me entrego.
Pongo mi persona, mi trabajo,
mi familia, mis amigos y todo lo que me pertenece
bajo tu vigilante protección.

Muy poco es lo que te ofrezco,
siendo yo un miserable pecador; no obstante
aceptas generosamente el ofrecimiento de mi corazón.
Recuerda que si desde hoy estoy
bajo tu protección,
debes ayudarme en durante toda mi vida.

Procúrame el perdón para mis numerosos
y graves pecados;
la gracia de amar a Dios con todo mi corazón y
a mi muy querido Salvador Jesucristo,
como también a mi dulce Madre María Santísima
y a todos mis hermanos
que el Padre ama y Jesús ha redimido.

Dame toda la ayuda necesaria
para alcanzar la corona de la gloria.
Defiéndeme siempre del enemigo de mi alma,
especialmente en el último instante de mi vida.

Ven oh Glorioso Arcángel en aquel momento,
Ayúdame en la última lucha y arroja lejos de mí,
En el abismo del Infierno,
Aquél ángel mentiroso y soberbio
El que venciste en la batalla del Cielo.

Preséntame entonces ante el trono de Dios
para cantar contigo, Oh Arcángel San Miguel,
y con todos los Ángeles
canciones de alabanza, honor y gloria
a Quien reina por los siglos de los siglos.
Amén.
 
 
Puede leer la reflexión completa de Papa Francisco pulsando aquí
 

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