Historia del milagro de Arianna en la Parroquia Inmaculada Concepción de Nápoles

08 de diciembre de 2022

“La enfermedad que puede dejarte ciega, deslumbrarte sólo con injusticias, con cosas que nunca podrás entender... fue tocada por Él”.

Compartir en:

 

Arianna Testa una joven italiana, feligrés de la Parroquia Inmaculada Concepción de Portici (Nápoles), en las horas previas a su pascua, escribió este texto que es un testimonio luminoso y apasionado de su experiencia de Dios.

 

Cada frase aproxima con intensidad la belleza de un alma humilde y enamorada de Aquél que se le muestra como el Amor Todopoderoso, cercano, consolador y redentor.

 

Hemos rescatado este texto para los lectores de Portaluz desde el portal de la Parroquia Immacolata Concezione de Portici.

 

Testimonio de Arianna Testa

 

 

Estamos acostumbrados a pensar en los milagros como algo llamativo y visible para todos... pero a menudo no nos damos cuenta de que los milagros ocurren en nuestras vidas, a diario... sólo que nuestros ojos y nuestros corazones no suelen estar preparados para reconocerlos...

 

Puedo decir que he sido salvada y sanada, ¡de todas las maneras en que podría haber sido salvada y sanada!

 

No he tenido “un” milagro... sino que he tenido muchos, a la par de la curación de la enfermedad... de hecho más.

 

Fue tenerle a mi lado cuando todas mis certezas se derrumbaron una a una... incluso cuando las más sólidas se tambaleaban. A todos. Pero Él no... Él nunca me ha defraudado... y nunca ha dejado de preocuparse por mí....

 

Él me da lo que realmente necesito... a cada paso... todo lo que va en contra de mi lógica... todo lo que la enfermedad me quitó y me sigue quitando... Él me lo devuelve de maneras y formas elegidas por Él... y no por mí....

 

Cómo no reconocer un milagro cuando sabes que tu cuerpo te traiciona una vez más... y una flor en el desierto.

 

Cada vez que todos los miedos son barridos de repente... un minuto que estaban allí dentro de ti, y de repente lo que se puede sentir es sólo una serenidad desarmante y luego la plenitud...

 

Un milagro cuando hay días en los que el dolor es realmente demasiado fuerte... y sientes que quizás esta vez será difícil resistirse... pero en cambio... En cambio, una vez más Él me sorprende... Él calma ese dolor que se me hacía insoportable, dándome fuerza, valor y sobre todo abriéndome los ojos a lo maravilloso que sigue existiendo a pesar de las pruebas.

 

Qué es sino un milagro cuando las mortificaciones del cuerpo engullen insidiosamente en ti el miedo a la inutilidad de tu vida... incluso ahí... Él tiene algo nuevo que enseñarte... la humildad como nunca antes la habías pensado... la humildad de aceptarte, de aceptar tu cuerpo con sus nuevas limitaciones; una nueva conciencia... una nueva forma de amarte que sólo puede venir de Él....

 

Un milagro cuando Él escucha mi incesante plegaria para no perder la lucidez ante tanto dolor y desesperación ajena, para no inquietarme por lo que será o no será, aplacando así mi incesante racionalidad, y ayudándome a dejar de comprender, sino simplemente aceptar y acoger incluso lo que más nos duele....

 

Un milagro cuando el enésimo control, y otro y otro son tragos amargos de tragar... de aceptar... Él, sin embargo, me deja libre para enfadarme... para desanimarme... para casi rendirme... sólo para acogerme, para levantarme de nuevo... con tanta fuerza como si toda esa fatiga no la hubiera experimentado nunca... recordándome que la victoria no se encuentra en un informe médico... sino en todo lo que Él me da constantemente, está en Su encuentro.

 

La enfermedad que puede dejarte ciega, deslumbrarte sólo con injusticias, con cosas que nunca podrás entender... fue tocada por Él... y así es como se comprende el verdadero significado del don de la Cruz... antes nunca lo había entendido profundamente... y esta conciencia quizás sólo se podía alcanzar así

 

... comprendes que cada sensación, cada emoción, por profunda que sea, nunca había sido así.

 

Comprendes que estabas atenta a las cosas pequeñas, sí, pero no a las muy pequeñas, diminutas, casi imperceptibles...

 

Y así todo se convierte en un regalo... Su regalo... las cosas más sencillas y humildes que ya habías amado, ahora tienen un significado aún más profundo, algo que ya no puede pasar desapercibido, especialmente las cosas que sueles dar por sentadas... como tener tu cuerpo aliado contigo mismo, o el molesto viento que te despeina... la respiración en sí misma es un regalo, y la vida cotidiana, esa vida cotidiana de la que muchos se aburren y se estresan, es uno de los regalos más hermosos.

 

Él cura mi corazón de rabia, de decepción, de resentimiento cuando alguien decide no quedarse conmigo, quizás simplemente porque no está preparado... Yo nunca podría hacerlo... El perdón no puede venir de mí... orgullosa, testaruda, dura... sino sólo de Él... Y también me siento perdonada cuando llega el momento de la duda, de la sequedad... porque no puedes escapar de ella.... Y luego el mayor milagro, el de ser feliz a pesar de todo... pero podría seguir y seguir....

 

Creo que empezó a curarme mucho antes de que enfermara... Me salvó día tras día, y todo lo que me ha dado a lo largo de los años ha sido fortaleza y consuelo para poder vivir una prueba mayor ....

 

Mi milagro es poder cogerle de la mano en cada respiración, poder sufrir, alegrarme y esperar junto a Él.

 

Epílogo del milagro

 

Arianna Testa, era líder scout y miembro activo de la parroquia Immacolata Concezione de Portici. Tenía apenas 26 años cuando falleció el 22 de noviembre de 2013 a causa de un agresivo cáncer.

 

Quienes la conocían y la querían sintieron inmediatamente después de su pascua, la necesidad de mantener vivo su recuerdo y transmitir su ejemplo de vida, de fe, amor a los demás y fuerte sentido de avanzar en comunidad.

 

Se unieron entonces voluntades, relatos y recuerdos que permitieron registrar la vida de Arianna en el libro “Ricordami di ricordari”, presentado a la comunidad en mayo del año 2017.

 

 

Compartir en:

Portaluz te recomienda