El sacerdote y exorcista de la diócesis de Siracusa (Estados Unidos), Stephen Rossetti, ha compartido en su blog un testimonio personal que no tiene desperdicio para ayudar en una de las realidades más complejas que afrontan hoy los sacerdotes: cómo animar el regreso de los bautizados a la misa dominical.
Cuenta Rossetti que ha sido durante el acompañamiento a una persona "con fuerte actividad demoníaca", que descubrió un camino de solución a ese desafío tan urgente de nuestro tiempo. No hay nada más poderoso y nada más odiado por los demonios -destaca el exorcista- que ver a los hijos e hijas de Dios asistir a Misa y recibir el Cuerpo y la Sangre de Jesús. "La aversión de los demonios a la Eucaristía es un testimonio de su eficacia espiritual y, en última instancia, enseñanza de la presencia real de Cristo. Cada vez que tan solo pronuncio el nombre de «Jesús», el poseído reacciona y los demonios «se enfadan mucho» pues les resulta «muy doloroso». Pero la Eucaristía es algo en un plano espiritual completamente superior. Los demonios hacen todo lo posible para mantener alejado al poseído".
Padre Stephen cuenta que semana tras semana, ha estado animando al poseso a quien se refiere en su publicación, para que asista a misa, pero la pobre víctima no ha sido capaz. "Le pregunté por qué y me dijo: «Mi mente está preparada y quiero ir, pero no puedo. Es como si no tuviera control sobre mi cuerpo y no pudiera salir por la puerta. Es como si algo grande me bloqueara». No es difícil adivinar qué es ese «algo grande». Así que le dije: «El próximo domingo, mientras te preparas para ir a misa, te llamaré y rezaremos una oración de atadura. Ataremos a los demonios que están bloqueando tu asistencia a Misa». Así que até a los demonios justo antes de que se fuera a misa. Después de asistir con éxito, me envió el siguiente mensaje de texto: «Fue asombroso ver las cadenas y cuerdas alrededor de ellos [los demonios]... Pude ver que estaban atados y que era seguro entrar»".
Pero que alguien poseso o gravemente afligido por demonios, experimente gran dificultad para ir a misa parece obvio. Y fue entonces, dice el exorcista, que se preguntó cuántas personas, que no están poseídas u oprimidas, pueden estarse viendo igualmente impedidas de asistir a Misa debido a una insospechada interferencia demoníaca. "Puede ser más común de lo que pensamos", afirma y con la certeza de fe que lo alienta propone:
"¿No convendría que todos los párrocos rezaran una oración vinculante cada fin de semana para atar a los demonios que impiden a sus feligreses asistir a Misa? ¿No sería conveniente que los padres rezaran una oración vinculante para ayudar a sus hijos a asistir a Misa? Aunque no podemos culpar a los demonios de nuestras malas decisiones, no deberíamos descartar rápidamente cualquier sugerencia de que la presencia de demonios puede ser una influencia negativa real. Por ello, ofrezco esta oración:"
“Oración vinculante contra los demonios que impiden asistir a misa”
"En el Santo Nombre de Jesús, pido a Jesús, por intercesión de María su Madre y de las Potestades del Cielo, que sea atado cualquier demonio que esté impidiendo que [N.] asista a Misa este fin de semana. Pido a Dios que los haga impotentes, paralizados e ineficaces. Que no tengan ninguna influencia sobre [N.]; que no impidan que [N.] asista a Misa este domingo o cualquier otro día. Que el Espíritu Santo dé poder a los ángeles para escoltar a [N.] a la Iglesia y proteger a [N.] para alabanza y gloria de Dios Padre en su Hijo Jesucristo. Amén."
Fuente: Blog de padre Stephen Rossetti