Lilo, la pequeña de tres años en cuya muerte se fusionaron el dolor, la fe y la esperanza de miles. El honor es para Cristo

22 de julio de 2023

Lilo fue enterrada el 27 de junio, con su cámara, sus prismáticos y su rosario, tres símbolos de su vida que el padre Raffaele Salvino comparó con "fe, esperanza y amor" en su misa funeral.

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Lilo tenía apenas tres años cuando murió el pasado mes de junio. Es tan real el impacto que ya ha tenido en la vida espiritual -tanto de quienes la conocían como de completos desconocidos- que algunos con cariño y emoción la llaman "santa Lilo".

 

Casi mil personas asistieron a la vigilia de oración y al velatorio de Lilo en la iglesia St. Matthew's de Surrey (Vancouver, Cánada). Algunos eran parientes y varios cientos personas que simplemente se conmovieron por el sencillo pero diáfano testimonio de Cristo que en sus cortos años ha dado Lilo.

 

Fue el 19 de junio cuando Camille y Michael, los padres, publicaron en las redes sociales la trágica noticia de que su hija había enfermado y fallecido inesperadamente a la edad de tres años. "Estamos devastados y profundamente entristecidos por la noticia del fallecimiento de nuestro dulce y radiante rayo de luz. Lauryn Adelie Reyes Mendoza (Lilo), nuestra niña sol, dejó nuestros brazos esta madrugada para ser abrazada por Nuestro Señor".

 

Camille, la madre, publicó más tarde una actualización revelando parte del dolor que estaba experimentando: "Las cosas han sido tan horriblemente dolorosas... Me sigo despertando con la esperanza de que todo sea una pesadilla, pero la realidad no ha desaparecido. Nos dejó tan pronto. Se había recuperad de maravilla. Le dijimos que nos iríamos a casa. Estaba levantada, pidiendo zumo de manzana, con su optimismo habitual. Y en menos de una hora, ni siquiera pudimos despedirnos de ella. No hubo tiempo para pensar en su pérdida. Simplemente ocurrió".

 

 

Pero Camille y Michael -que son monitores matrimoniales en St. Matthew's y parte de la comunidad Parejas para Cristo-, pronto comenzaron a ser testigos de cómo en la partida de Lilo no era la muerte quien triunfaba, sino la vida, la fe en Cristo. "De los que se han puesto en contacto con nosotros personalmente, ofrecen misas, oraciones, incluso algunos que hará el Camino de Santiago. Son gente de Praga, España, Reino Unido, Escocia, México, Filipinas, Japón, Berlín, Sicilia, Irlanda, de todos los EE.UU. y, por supuesto, de Canadá. Hemos recibido fuerza y consuelo del Cuerpo de Cristo desde todas partes; incluso de personas que no son católicos y a quienes Dios a través de Lilo ha conmovido y sensibilizado hacia la fe", refiere Michael.

 

Camille, está sorprendida y agradecida porque a pesar del corto tiempo que pudo caminar con su hija, ella está siendo un evidente don Dios…  "Creo que su misión puede continuar a través de nuestros corazones. Se ha convertido en un estímulo para que muchas personas que nunca antes habían rezado, recen, se encuentren con Jesús. Lo he visto a través de los últimos cuatro días. Sé que es feliz. Más feliz de lo que puedo concebir. Ha seguido estando conmigo para decírmelo".

 

De hecho, los testimonios compartidos en las redes sociales dan fe del impacto que Lilo ya ha tenido y así lo cuenta una de cientos: "Me devolviste la fe, la confianza en mí misma, me enseñaste a amar a los demás incondicionalmente y a abrazar y pasar tiempo con mis seres queridos y a vivir mi vida al máximo. Asombrada y maravillada por ti, con sólo 3 años has tenido un impacto tan grande en la vida de todos". Otra joven publicó un testimonio sobre cómo el amor de Lilo y sus padres por Jesús había inspirado y reafirmado su fe… "Durante mucho tiempo me negué a practicar mi fe y me alejé de mi relación con Dios... Casi pensaba que era ingenuo confiar en Dios y buscar consuelo y paz en él cuando hay tanto sufrimiento". Y alguien más confidencia: "He estado en un increíble viaje de redescubrimiento de mi fe este último año, y me siento más conectada a Jesús que nunca. Hace poco me di cuenta de que he podido recibir visiones del Espíritu Santo y veo tan, tan, tan claramente a Lilo con él".

 

Lilo hablaba de Jesús libremente cuando necesitaba compartir historias con alguien o después de acostarse. Cuando llegaba el momento de irse a dormir siempre recordaba a quien estuviere cerca que debemos rezar antes de acostarnos.

 

 

Era bien conocido por sus cercanos el inexplicable, pero evidente amor de Lilo por Jesús Eucaristía, esperando con impaciencia recibir la bendición durante la Santa Comunión. Y hace poco se dedicó a aprender un himno con gestos durante la liturgia infantil… "para rezarle a Jesús".

 

Lilo fue enterrada el 27 de junio, con su cámara, sus prismáticos y su rosario, tres símbolos de su vida que el padre Raffaele Salvino comparó con "fe, esperanza y amor" en su misa funeral. 

 

"Tiene un hermoso lugar de descanso", dice Camille. "Una parcela en el Jardín de Jesús y los Niños, justo al lado de la estatua de Jesús. Y también al lado de otra niña de tres años, con la que estamos seguros de que entabla una gran amistad. Tiene margaritas y ranúnculos, y conejitos saltando por todas partes, como a ella le habría encantado".

 

La experiencia ha sido un duro recordatorio para los padres de Lilo de que la santidad viene con una cruz. "¿Cómo pueden ser las cosas tan horriblemente dolorosas y, sin embargo, a través de todo ello, hemos llegado a experimentar una bondad innegable?", escribió Camille y concluye: "Una santa que reza eternamente por nosotros en el Cielo. Sólo por gracia de Dios. A través de ti, Lilo, estamos llegando a conocer más íntimamente los sufrimientos de Cristo, y el dolor soportado por nuestra mamá María. Esto será un proceso".

 

 

Fuente: B.C. Catholic

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