por Portaluz
15 Enero de 2022
El estrés causado por el miedo a la muerte y al sufrimiento, las limitaciones en los desplazamientos y la pobreza son algunos factores asociados a la pandemia del Covid que han deteriorado la salud mental de las personas.
Precisamente sobre la dimensión espiritual inherente a las “debilidades psíquicas”, ha reflexionado en su blog el exorcista y psicólogo norteamericano padre Stephen Rossetti, compartiendo algunos consejos de probada eficacia en su experiencia.
Padre Stephen advierte que algunas debilidades psicológicas como la baja autoestima, pensamientos depresivos, ideaciones desagradables repetitivas, la ansiedad, el miedo extremo sin causa aparente, las frustraciones e ira, pueden ser aprovechadas por el demonio. Ya sea potenciándolas o dificultando el proceso de sanación de la persona. “Satanás se aprovecha de esta debilidad humana y la exagera”, dice el psicólogo y exorcista Rossetti.
Los mensajes denigrantes de Satanás -afirma- se centran en seis “sugerencias” que sopla al oído de sus víctimas: "Eres una persona terrible", "No hay esperanza para ti", "A Dios no le importas", "Este tormento nunca terminará", "Vas a ir al infierno", "Deberías suicidarte".
“Estas obsesiones demoníacas son doblemente peligrosas porque Satanás puede ocultarse detrás de las debilidades psíquicas de la persona. Las personas no se dan cuenta de la fuente demoníaca y, así se refuerza en ellos la certeza de que su desdicha es irremediable. Entonces, corren el riesgo de hundirse aún más en la desesperación”, alerta padre Stephen Rossetti.
El sacerdote insiste en la necesidad de que las personas busquen ayuda con profesionales de la salud mental, pero al mismo tiempo -en particular si son creyentes- Rossetti recomienda a todas las personas que acuden a él buscando ayuda, algunos consejos que aquí comparte:
“Reconoce el verdadero origen de sus tormentos mentales. Sí, tienes una debilidad psicológica subyacente que te hace vulnerable a estas cavilaciones negativas. Pero Satanás te atormenta con ellas. Una vez que las personas pueden reconocer la acción del Maligno, pueden sentirse menos culpables y más distantes emocionalmente de ellos.”
“Déjalos venir.... y déjalos ir. A muchas personas les resulta difícil dejar estas obsesiones mentales. De hecho, cuanto más se intenta detenerlas, más fuertes suelen ser. Más bien, no ofrezcas resistencia. Deja que te entren por un oído y que te salgan por el otro. Intenta no aferrarte a ellas. Como dijo una santa al ver a Satanás a los pies de su cama: Oh, sólo eres tú".
“Respira y relájate. Nuestro cuerpo se tensa cuando estamos estresados. Respira lenta y profundamente. Inhala lentamente, exhala lentamente. Respira profundamente. Ejercita el cuerpo caminando o cualquier otro ejercicio que te funcione. Cuando el cuerpo se relaja, ayuda a la mente a relajarse.”
“Cierre la puerta a lo demoníaco. Satanás se aprovecha de una debilidad psicológica. Hay heridas y traumas del pasado que han dado lugar a esta debilidad. Busca sanar estas heridas psíquicas internas. La psicoterapia, las oraciones de sanación, la dirección espiritual, los rituales de perdón y los sacramentos pueden ser fuentes de sanación interior.”
Recita Oraciones de Liberación centradas en el tormento concreto. Por ejemplo, si la persona sufre de odio a sí misma, diga a menudo: "En el santo nombre de Jesús, renuncio al espíritu maligno del odio a sí mismo y le ordeno que me deje". O si el problema es la ira: "En el santo nombre de Jesús, renuncio al espíritu maligno de la ira y le ordeno que me deje".
“Dirígete a Jesús, repetidamente. Utilizar regularmente oraciones cortas y exclamativas puede ayudar a centrar la mente en Jesús. Las oraciones típicas son: «Jesús, confío en ti» o «Jesús, Hijo de David, ten piedad de mí, que soy un pecador» o «Jesús, María» u otra oración corta y sagrada de tu elección.”
“Ofrece tu sufrimiento por los demás. Todos tenemos nuestros propios sufrimientos. Algunas personas tienen grandes sufrimientos físicos. Tú tienes grandes sufrimientos mentales. Estos tormentos mentales, cuando se entregan a Jesús con fe, pueden ser una fuente de gracia para otros, y para ti.”
“Está en paz. Eres imperfecto y estás roto. Estás sufriendo. No pasa nada. Precisamente por eso el Hijo de Dios se hizo carne. Murió por tus pecados. No te salvarás a ti mismo; nunca dejarás de sufrir en esta vida. Confía en Jesús; él te salvará.”