Isis masacra fieles durante Eucaristía en Iglesia de Damasco: 22 muertos y 63 heridos

El saldo actualizado del atentado perpetrado el 22 de junio de 2025 en la iglesia greco-ortodoxa de San Elías, en el barrio de Dwelah, (Damasco, Siria) donde vive una importante comunidad cristiana, es de más de 22 muertos y 63 heridos (actualizándose).

por Portaluz

23 Junio de 2025

Damasco (Agencia Fides).  "En el día en que nuestra Iglesia de Antioquía conmemoraba a todos los santos antioquenos, la mano de la maldad se alzó y para golpear nuestras almas junto con las de nuestros seres queridos, que cayeron como mártires durante la misa vespertina en la iglesia de San Elías, en Dwela'a, Damasco". Con estas palabras, el Patriarcado Greco Ortodoxo de Antioquía y todo Oriente, encabezado por el Patriarca Yohanna X, se dirigió a los fieles de todo el mundo tras la masacre yihadista perpetrada durante la misa del domingo 22 de junio. Un ataque que ha conmocionado a los cristianos de Siria. La iglesia de San Elías se encuentra en el barrio de Tabbalah, cerca de la entrada del barrio de Douweila. Fue construida en 1990. Es un monasterio que incluye una iglesia, una escuela y varios espacios para peregrinos y estudiantes. Según información de fuentes locales recopilada por la Agencia Fides, el ataque comenzó con una ráfaga de disparos desde el exterior de la iglesia. Posteriormente, al menos dos suicidas con cinturones explosivos entraron en la iglesia por la parte trasera y llegaron hasta el altar. A continuación, perpetraron una masacre con explosivos.
El testimonio de Laure al Nasr
Se está compartiendo un video en redes sociales con el relato de la testigo presencial Laure al Nasr. Su esposo, Geryes el Bechara, miembro de la Dirección General de la Autoridad Pública de Transporte por Carretera, junto con uno de los hermanos presentes en la misa, Botros el Bechara, intentó detener al atacante. Laura en su testimonio, y traumatizada por el dolor, explica que los disparos "impactaron primero en las ventanas de la iglesia, por lo que la gente se asustó y se congregó alrededor del altar. Fue entonces cuando el atacante irrumpió en la iglesia".
"Geryes y Botros intentaron detenerlo; uno lo golpeó en el brazo para que soltara una granada, que no explotó, y el otro intentó sacarlo a rastras de la iglesia", prosigue. En ese momento, el terrorista kamikaze activó su cinturón explosivo y se inmoló. "Vi los cuerpos de mi esposo y mi cuñado destrozados, uno al lado del otro. Intentaron salvarnos a todos, son mártires de nuestra Iglesia". Otros miembros de la misma familia murieron en la masacre: la hermana Myriam, los primos Giulia, Sleman y Nabil. Una sobrina y un tercer hermano de Geryes y Botros, el notario Elias el Bechara, resultaron gravemente heridos.
Según distintas informaciones no confirmadas todavía, los atacantes suicidas podrían ser de origen pakistaní, y uno de ellos habría huido tras la masacre. Por el momento, el saldo provisional es de 22 muertos y 63 heridos. "Seguimos recogiendo los restos y cuerpos de nuestros mártires", reza el comunicado emitido por el Patriarcado.
La reacción del gobierno
Hind Aboud Kabawat (ver Fides 12/2/2025), ministra de Trabajo y Asuntos Sociales y única ministra cristiana del gobierno de Ahmad al Sharaa, acudió al lugar del ataque para expresar la cercanía del gobierno sirio a la comunidad afectada por la masacre. Las autoridades gubernamentales condenaron el ataque, atribuyéndolo a individuos vinculados a Daesh, el autodenominado Estado Islámico.
"Este acto criminal contra miembros de la comunidad cristiana es un intento desesperado por socavar la unidad nacional y desestabilizar el país, así como una respuesta de los remanentes del terrorismo a los continuos éxitos del Estado y el liderazgo sirios", según las declaraciones emitidas por las autoridades gubernamentales. El propio presidente Ahmad al Sharaa, bajo el nombre de Abu Muhammad Jolani, dirigió durante años Hayat Tahrir al Sham, el grupo yihadista que desempeñó un papel destacado en la compleja red de grupos armados que luchaban contra el régimen de Asad. El portavoz del Ministerio del Interior, Noureddine Al-Baba, anunció que "todos los implicados en este acto criminal rendirán cuentas y trabajaremos para restaurar la iglesia y devolverle su antiguo esplendor".
La cercanía de toda la población a la comunidad eclesial afectada por la masacre también se puso de manifiesto mediante donaciones de sangre en los hospitales donde se encuentran los heridos. Mientras tanto, en redes sociales yihadistas se elogia la masacre y aparecen mensajes intimidatorios dirigidos a los cristianos de otras ciudades sirias. Líderes de otras comunidades religiosas expresaron su solidaridad con las comunidades cristianas sirias, mientras que varios ministros acudieron a los hospitales para visitar a los heridos y a sus familias. En la parte final del mensaje, publicado por el Patriarcado Greco Ortodoxo de Antioquía, se llama a las autoridades en Siria a asumir la plena responsabilidad de garantizar la protección de los lugares de culto y de todos los ciudadanos. En un momento en que, más que nunca, todo Oriente Medio parece estar presa de "fuerzas inhumanas que parecen querer acelerar el fin del mundo" (Papa Francisco).
 

Fuente: Agencia Fides

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