La encíclica del Sagrado Corazón de Jesús de Papa Francisco: “La ardiente declaración de amor de Jesucristo”
La encíclica del Sagrado Corazón de Jesús de Papa Francisco: “La ardiente declaración de amor de Jesucristo”

La encíclica del Sagrado Corazón de Jesús de Papa Francisco: “La ardiente declaración de amor de Jesucristo”

«Dilexit nos», la cuarta Encíclica de Francisco, retoma la tradición y actualidad del pensamiento «sobre el amor humano y divino del Corazón de Jesucristo», invitándonos a renovar su auténtica devoción para no olvidar la ternura de la fe, la alegría de ponerse al servicio y el fervor de la misión: porque el Corazón de Jesús nos impulsa a amar y nos envía a los hermanos.

por Portaluz

24 Octubre de 2024

Con explícita devoción Papa Francisco lega a la humanidad una valiosa encíclica que ahonda y trae a nuestro tiempo la riqueza "del amor humano y divino" que ofrece a todos el Sagrado Corazón de Jesús.

"Pido al Señor Jesucristo que de su Corazón santo broten para todos nosotros esos ríos de agua viva que sanen las heridas que nos causamos, que fortalezcan la capacidad de amar y de servir, que nos impulsen para que aprendamos a caminar juntos hacia un mundo justo, solidario y fraterno. Eso será hasta que celebremos felizmente unidos el banquete del Reino celestial. Allí estará Cristo resucitado, armonizando todas nuestras diferencias con la luz que brota incesantemente de su Corazón abierto. Bendito sea", declara con fervor el Pontífice.

CARTA ENCÍCLICADILEXIT NOSDEL SANTO PADRE FRANCISCO SOBRE EL AMOR HUMANO Y DIVINO DEL CORAZÓN DE JESUCRISTO

«Nos amó», dice san Pablo refiriéndose a Cristo (Rm 8,37), para ayudarnos a descubrir que de ese amor nada «podrá separarnos» (Rm8,39). Pablo lo afirmaba con certeza porque Cristo mismo lo había asegurado a sus discípulos: «los he amado» (Jn15,9.12). También nos dijo: «los llamo amigos» (Jn 15,15). Su corazón abierto nos precede y nos espera sin condiciones, sin exigir un requisito previo para poder amarnos y proponernos su amistad: «nos amó primero» (1 Jn 4,10). Gracias a Jesús «nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído» en ese amor (1 Jn 4,16).

I.

LA IMPORTANCIA DEL CORAZÓN

Para expresar el amor de Jesucristo suele usarse el símbolo del corazón. Algunos se preguntan si hoy tiene un significado válido. Pero cuando nos asalta la tentación de navegar por la superficie, de vivir corriendo sin saber finalmente para qué, de convertirnos en consumistas insaciables y esclavizados por los engranajes de un mercado al cual no le interesa el sentido de nuestra existencia, necesitamos recuperar la importancia del corazón.

¿Qué expresamos cuando decimos “corazón”?

En el griego clásico profano el término kardia significa... (Sigue leyendo el texto completo de la encíclica en su fuente de vatican.va pulsando aquí)