Para transmitir la fe a los niños y a los jóvenes de hoy, y ayudarlos a conocer en la experiencia “la verdad y el amor”, los adultos deben ofrecerles ejemplos más que palabras. Lo afirmó el Papa Francisco durante la homilía de la Misa matutina celebrada este 14 de noviembre en la capilla de la Casa de Santa Marta, en la que participó un grupo de niños y adolescentes de una parroquia romana.
“¿Cómo se transmite la fe a los nativos digitales?”, pregunta el Papa, para responder de inmediato: “Con la modalidad que mejor puede impactar a quien vive constantemente estimulado por las imágenes: el ejemplo”.
Mientras los chicos presentes en esta misa perdían su inicial timidez para responder después a las preguntas que el Papa les hacía, Francisco se puso en los zapatos del catequista y, al mismo tiempo dio su enseñanza…
“Parece que estamos en la Misa de los chicos”, dijo el Obispo de Roma al ver a estos niños y jóvenes, y prosiguió diciendo: “Es ver una promesa, es ver el mundo que vendrá”. Y se preguntó:
“¿Pero qué dejaremos a nuestro futuro? ¿Enseñamos lo que hemos oído en la Primera lectura: caminar en el amor y en la verdad? ¿O lo enseñamos con las palabras, pero nuestra vida va por otra parte? ¡Pero para nosotros ver a los chicos es una responsabilidad! Un cristiano debe cuidar con solicitud a los chicos, a los niños y transmitirles la fe, transmitir lo que vive, que está en su corazón. ¡Nosotros no podemos ignorar a las plantitas que crecen!”.
“Todo -afirmó el Papa Francisco-, depende de la justa actitud hacia los niños”. Y volvió a preguntarse: “¿Cómo es mi actitud? ¿Es una actitud de hermano, de padre, de madre, de hermana, que lo hace crecer o es una actitud de indiferencia: ellos crecen, yo hago mi vida…?”:
“Todos nosotros tenemos la responsabilidad de dar lo mejor que tenemos y lo mejor que tenemos es la fe. Darla a ellos, ¡pero darla con el ejemplo! Con las palabras no sirve, con las palabras… ¡Hoy las palabras no sirven! En este mundo de la imagen, todos estos tienen el celular y las palabras no sirven… ¡Ejemplo! ¡Ejemplo! ¿Qué cosa les doy a ellos?”
A este punto, comenzó el diálogo. El Papa preguntó a los chicos por qué participaban en esta misa, y alguno, después de cierto tiempo, se armó de valor y admitió: “Para verte…”. El Papa Francisco replicó: “También a mí me agrada verlos a ustedes”. Y se informó acerca de si ya recibieron la Primera Comunión, y también la Confirmación, y repitió a todos que el Bautismo “abre la puerta a la vida cristiana” y que, inmediatamente después, inicia un “camino largo, toda la vida… el recorrido descrito en la Carta de Juan escuchado poco antes: Caminar en la verdad y en el amor”. Y más adelante, indicó el Papa, llegarán otros Sacramentos como el matrimonio. Pero este camino, reafirmó, “es importante saber vivirlo, saber vivirlo como Jesús”:
“¿En estos Sacramentos – les preguntó – la oración es un Sacramento?... ¡Fuerte!… ¡No! ¡Es verdad!, ¿no? La oración no es un Sacramento, pero debemos rezar. ¿No saben si deben rezar? Bien… ¡Sí! Rezar al Señor, rezar a Jesús, rezar a la Virgen, para que nos ayuden en este camino de la verdad y del amor. ¿Entendieron? Han venido para verme. ¿Quién de ustedes lo había dicho? Tú. Es verdad. Pero también para ver a Jesús. ¿De acuerdo? ¿O dejamos de lado a Jesús?... Ahora viene Jesús al altar. ¡Y lo veremos todos! ¡Es Jesús! En este momento debemos pedir a Jesús que nos enseñe a caminar en la verdad y en el amor. ¿Lo decimos juntos? ‘Caminar en la verdad y en el amor’”.