Fe y vida

Jesús sanador, la verdad sobre el demonio y el triunfo del Amor. La catequesis del Papa

31 de octubre de 2014

Compartir en:



Ha sido esta una semana en que Papa Francisco ha desplegado una catequesis que -en el estilo franco y sencillo que incluso el mundo laico agradece- habla de verdades esenciales no sólo de la fe, sino de experiencias que involucran cada día a todo ser humano… La diferencia, es -ha dicho el Pontífice- que sólo el hombre que como Jesús se mantiene orante y unido a la vida sacramental de la Iglesia puede ser consciente de estas verdades.

Este martes recién pasado, comentando el evangelio en su diaria eucaristía en Casa Santa Marta señaló la importancia de identificarnos con Jesús que ora y sana:

“A Jesús no le importó el pecado de Pedro: buscaba su corazón. Pero para encontrar este corazón y para curarlo. Jesús que reza y Jesús que cura, también por cada uno de nosotros. Nosotros no podemos comprender a la Iglesia sin este Jesús que reza y sin este Jesús que cura”.(lea nota completa)

Luego este jueves profundizó el Pontífice la implicancia de este seguimiento de Cristo para todo creyente al señalar que la vida cristiana es un “combate” contra el demonio, el mundo y las pasiones de la carne. Y para que no haya dudas el Vicario de Cristo puntualizó:

“A esta generación y a muchas otras se les ha hecho creer que el diablo era un mito, una figura, una idea, la idea del mal ¡pero el diablo existe y nosotros debemos combatir contra él!” (lea nota completa)

Y en el día que la Iglesia recuerda sus difuntos que descansan en paz, en la víspera de la fiesta de Todos los Santos, Papa Francisco en una emotiva homilía desde Casa Santa Marta habló del misterio y poder redentor del Amor que se dona en “la carne de Jesús”:

La carne de Jesúses el puente que nos acerca a Dios... no la letra de la ley: ¡no! En la carne de Cristo, la ley tiene su cumplimiento pleno y es una carne que es capaz de sufrir, que ha dado su vida por nosotros. Que estos ejemplos, este ejemplo de cercanía de Jesús, del amor, de la plenitud de la ley nos ayuden a no caer nunca en la hipocresía: nunca. Es tan feo ser un cristiano hipócrita. Tan feo. ¡Que Dios nos salve de esto!” (lea nota completa)


 

Compartir en:

Portaluz te recomienda