Un regalo de la Iglesia al mundo

Especial. El Sínodo que busca re-encantar al mundo con la familia

03 de octubre de 2014

Acoger, acompañar, formar en la fe, promover el acceso a los sacramentos y crecimiento espiritual para dar vida nueva a una humanidad invitada a volver sus ojos a Dios.

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La comunión a los divorciados vueltos a casar no es el único álgido tema con que los medios de comunicación y no pocos ‘reformistas’ desde el interior intentan presionar a los 253 participantes del Sínodo convocado por el Papa Francisco. También se muestran otras heridas abiertas… como la cuestión de la formación en la fe de los niños –producto de la ingeniería genética- que son legalmente hijos de parejas del mismo sexo; también el acompañamiento a las parejas de hecho heterosexuales, homosexuales, lesbianas, de bisexuales y otras variantes que alegremente defiende la ideología de género.

En estos meses previos se han adelantado supuestos y reflexiones de muy distinto sello doctrinal. Pero tras el movimiento que ha generado espuma por todo sitio, las aguas comienzan a calmarse y la reflexión honesta y serena que el Papa Francisco ha pedido dará inicio este 5 de Octubre.

Portaluz te ofrece a continuación algunos apartados temáticos relacionados con el Sínodo y luego una entrevista exclusiva con uno de los ‘Auditores’ de este acontecimiento histórico. 
 

Apartados temáticos
 

Los Auditores que ha instaurado Papa Francisco




Entre los 253 participantes del Sínodo, los Auditores son una de las figuras determinantes querida por el Papa Francisco, para enriquecer las reflexiones. Con su esposa el doctor Luis Jensen, chileno, miembro del Centro de Bioética de la Pontificia Universidad Católica de Chile, es uno de los 13 matrimonios invitados como auditores del Sínodo. Con él conversamos a pocas horas de su partida a Roma.

¿Qué significa ser auditor?
Estar atentos a lo que dicen los obispos y poder  enriquecer sus reflexiones con nuestra experiencia como esposos, de familia y la de nuestro contexto cultural. Son varias instancias en que podremos participar, ya en grupos de estudio específicos, en plenarios y también el contacto directo día a día con los obispos.

¿Qué novedades o aperturas podríamos esperar del Sínodo?
Creo que el gran anhelo del Santo Padre que uno puede deducir de lo que él ha dicho y actúa es que seamos capaces de re-encantarnos con la novedad, la riqueza  del matrimonio y la familia fundada en el amor humano y poder invitar al máximo número de personas a vivir esto. Que nadie se sienta excluido de esta invitación de la Iglesia a vivir la plenitud del amor.

¿No cree que la familia tradicional pasó a la historia y que este es el principal desafío que enfrenta el Sínodo?
Es absurdo pensar eso. La familia siempre está fundada sobre el matrimonio y el amor esponsal. El desafío es encantar al mundo moderno para vivirlo en el hoy y aquí que nos toca. Si leemos Familiaris Consortio se habla allí de la riqueza de conjugar lo antiguo y lo nuevo.  Se trata entonces de invitar a experimentar la maravilla de ser uno en el matrimonio. Juntos gozar con las pequeñas o grandes cosas de cada día y realizarse en la vocación que Dios nos ha regalado. Para ello tenemos la ayuda de la oración, la vida sacramental, la familia, la comunidad de fe y también el poder acompañar a otros en sus momentos de dificultad.

¿Ve riesgo de que este Sínodo por las tensiones en determinados temas, genere un quiebre en la Iglesia?
Estos son procesos de vida que la Iglesia ya comenzó en el Concilio Vaticano II y que poco a poco se van implementando a lo largo de los años. La verdad sobre el amor, la verdad sobre la persona, sobre el matrimonio, sobre la familia, está dada, tenemos una clara doctrina… eso no se va a cambiar. Ahora el cómo eso se vive, el cómo invitar a las personas que vivan eso en un lenguaje que hoy comunique, entusiasme, realmente atraiga al otro… es la tarea que el Santo Padre le pide a este Sínodo y al del próximo año. No veo riesgo en que las cosas se pongan sobre la mesa, se conversen, se vea la realidad tal cual es y a partir de eso se proponga un camino de transmitir la novedad de la buena nueva de la familia hoy día.




 

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