Este sábado 30 de mayo, en una tarde de primavera, el Papa Francisco ha rezado el rosario ante la réplica de la gruta de Lourdes de los Jardines Vaticanos. Lo ha hecho -informa Vatican News- en conexión con otros santuarios en todo el mundo y así, en unidad con todos los cristianos, pedir la intercesión de la Virgen por los enfermos de coronavirus.
El Papa Francisco ha cerrado este momento de oración, dirigiéndose a María Santísima, a quien ha pedido su intercesión por toda la humanidad para poder superar este momento difícil que vive la humanidad. El Obispo de Roma pidió para que los recursos destinados al armamentismo sean usados en investigación científica:
“Santísima María, toca las conciencias para que las enormes sumas usadas para aumentar y para mejorar los armamentos, sean destinadas a promover estudios apropiados para prevenir desastres en el futuro.
Querida Madre, haz que el mundo crezca en un sentido de pertenencia a una única y gran familia, en la conciencia del vínculo que une a todos, porque con un espíritu fraternal y en solidaridad acudamos en ayuda de las muchas pobrezas y situaciones de miseria. Fomenta la firmeza en la fe, la perseverancia en el servicio, la constancia en la oración”.
El Papa subrayó con sus palabras la petición a María por su intercesión al Padre Dios:
“Oh María, consoladora de los afligidos, abraza a todos tus hijos atribulados... y obtén que el Padre Misericordioso intervenga con su mano todopoderosa para liberarnos de esta terrible pandemia, para que la vida pueda reanudar pacíficamente su curso...”
Francisco finalizó la oración del Rosario con la bendición a los asistentes y a través de los medios de comunicación a toda la humanidad. El Papa agradeció, en español, a todos los santuarios que estaban conectados: “Me dicen que hay muchos santuarios conectados en América Latina. En mi lengua materna los saludo, el de Guadalupe y tantos otros que están hincados con nosotros. Gracias por estar con nosotros. Que nuestra madre de Guadalupe nos acompañe”.