Oración permanente del Vicario de Cristo

Papa Francisco entrega a la Virgen "herida" los padecimientos de la humanidad

29 de julio de 2016

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El Papa en visita al santuario de Czestochowa, uno de los más importantes centros de culto católico en Polonia, meta anual para más de cuatro millones de peregrinos, dio el marco este jueves al inicio de la segunda jornada de la JMJ Cracovia 2016.

Ante ella, el ícono bizantino, la Virgen “herida” dos veces en el rostro y una en su garganta, el Papa oró por los padecimientos de la humanidad.

“Es ella ese espacio, preservado del mal, en el cual Dios se ha reflejado… No es dueña ni protagonista, sino Madre y sierva. Pidamos la gracia de hacer nuestra su sencillez, su fantasía en servir al necesitado, la belleza de dar la vida por los demás, sin preferencias ni distinciones”, les diría luego a los jóvenes reunidos en la explanada a las afueras del Santuario.

Al finalizar el día jueves Papa Francisco volvió a salir al balcón del palacio arzobispal de Cracovia para dar las buenas noches a los jóvenes reunidos que participan en la JMJ y dirigió algunas palabras en español a los esposos… “A veces me preguntan cómo hacer para que la familia vaya siempre adelante y supere las dificultades. Yo les sugiero que practiquen siempre tres palabras, tres palabras que expresan tres actitudes – allí están llegando nuevos recién casados -, tres palabras que los pueden ayudar a vivir la vida de matrimonio, porque en la vida de matrimonio hay dificultades, y el matrimonio es algo tan lindo, tan hermoso, que tenemos que cuidarlo porque es para siempre, y las tres palabras son: permiso, gracias, perdón”, dijo el Vicario de Cristo.

Luego, desde las primeras horas del día viernes, se vivieron momentos de gran significado pastoral y presencia del Espíritu Santo en la JMJ Cracovia 2016.

"Señor ten piedad de tu pueblo, Señor, perdón por tanta crueldad" fue la frase que inspiró la oración de Papa Francisco al interior de la celda que ocupaba  San Maximiliano Kolbe en el Campo de Concentración y Exterminio de Auschwitz-Birkenau (Polonia).

Posteriormente celebrando un Vía Crucis de la Misericordia (Catorce estaciones que fueron acompañadas de catorce obras de misericordia), el Pontífice mostró el sentido redentor de la cruz de Cristo, camino que lleva a la esperanza de la resurrección y la Gloria en el Cielo.



"¡Cómo quisiera que, como cristianos, fuésemos capaces de estar al lado de los enfermos como Jesús, con el silencio, con una caricia, con la oración!",
exclamó el Papa al visitar el Hospital Pediátrico Universitario de Prokocim, en una de sus últimas actividades de este día penitencial.

El sábado visitará el Santuario de la Divina Misericordia.
 

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