“Los ministros de la Iglesia tienen que ser misericordiosos, hacerse cargo de las personas, acompañándolas como el buen Samaritano que lava, limpia y consuela a su prójimo. Esto es Evangelio puro. Dios es más grande que el pecado”.
Esta es una de las muchas reflexiones de Papa Francisco en la extensa entrevista (casi 30 páginas) que publicara este 19 de septiembre “La Civiltà Cattolica” y, simultáneamente, otras dieciséis revistas de la Compañía de Jesús en todo el mundo.
“En lugar de ser solamente una Iglesia que acoge y recibe, manteniendo sus puertas abiertas, busquemos más bien ser una Iglesia que encuentra caminos nuevos, capaz de salir de sí misma yendo hacia el que no la frecuenta, hacia el que se marchó de ella, hacia el indiferente”… Es otro de los desafíos que el Pontífice delineó en la referida entrevista.
Con interesantes pinceladas que aproximan el perfil espiritual del Pontífice… incluso sus hábitos cotidianos de oración, el entrevistador –padre Antonio Spadaro- pregunta también sobre el ya manido tema de las transformaciones en la iglesia.
Pero es quizás en aquellos pasajes que el entrevistador le pide reflexiones atingentes a la Compañía de Jesús y especialmente cuando le consulta por la renovación en el anuncio del evangelio, donde puede encontrarse nuevas luces que como Vicario de Cristo entrega el Santo Padre a los fieles.
Pero es quizás en aquellos pasajes que el entrevistador le pide reflexiones atingentes a la Compañía de Jesús y especialmente cuando le consulta por la renovación en el anuncio del evangelio, donde puede encontrarse nuevas luces que como Vicario de Cristo entrega el Santo Padre a los fieles.