Le llaman mediador de las causas perdidas y su origen sería armenio. Aunque ya no es santo reconocido como tal por la Iglesia, muchos continúan devotos celebrando su fiesta y confiándose a su mediación.
“A veces pensaba que estaba interpretando un papel en una mala película o que estaba soñando, pero no era un sueño, era mi vida, una dura realidad de la que no había vuelta atrás (al menos eso me parecía entonces)”.