
por Portaluz
10 Abril de 2025"Con demasiada frecuencia, las personas dudan o incluso se avergüenzan de abrazar plenamente su fe católica por lo que puedan pensar los demás", escribe Sam Nunnally en su web It's Okay to Be Catholic. Ya sea un católico de toda la vida, un converso como él, o simplemente un curioso, su objetivo, dice, "es animar a otros a vivir con confianza su fe y ver la belleza de la Iglesia que Cristo fundó".
Pero pasaron décadas antes de que Sam escuchara la voz de Dios llamándolo a su Iglesia... Criado como evangélico en el sur de Georgia, todo lo que quería hacer de su vida era servir a Dios en la iglesia. "Sentí esa llamada cuando era adolescente y centré mi vida en cumplirla", escribe en un breve testimonio publicado por @yes.catholic. Después de años trabajando con jóvenes, estudiantes universitarios y como director musical, lo llamaron a las «grandes ligas», señala con humor y añade: "Trabajar como pastor fue gratificante y me encantó".
Sam siempre ha sido un ávido lector. Y en su anhelo por saber más sobre Dios decidió estudiar en detalle la historia de la Iglesia. Sin haberlo buscado, las clases del seminario pusieron a los Padres de la Iglesia directamente ante sus ojos. "Y me quedó claro que eran muy, ¡muy católicos! Recuerdo haber puesto mi cabeza entre las manos en mi escritorio pensando: «Oh no, lo hice mal»".
Aunque la fe en la cual había sido formado se tambaleaba continuó su labor como pastor algún tiempo. Luchó, buscando encajar la realidad de lo que había aprendido sobre los primeros Padres de la Iglesia dentro de un modelo protestante. Tras años de intentarlo se rindió, sabiendo que no era posible.
"Dejé el trabajo eclesiástico y entré en el mundo de las finanzas. También empecé a ir a misa. Finalmente, mis luchas con el protestantismo se toparon de frente con el cuerpo, la sangre, el alma y la divinidad de Jesús en la Iglesia católica. Me cautivó y todas las piezas del «rompecabezas» empezaron a cobrar sentido".
Pero como antiguo pastor protestante, Sam aún lucharía un buen tiempo contra las caricaturas, suposiciones y recelos que tenía sobre la fe católica. Lo hizo de forma metódica y reflexiva. "Y me llevó años. Finalmente, me di cuenta de que está bien ser católico: desde el punto de vista bíblico, litúrgico, histórico y espiritual. El catolicismo tiene sentido".
Después de su conversión comenzó a sentir la necesidad de volver al ministerio a tiempo completo. Era un deseo implacable y pidió a su párroco consejo. Acompañado por este sacerdote llegó a servir como director de la Pastoral católica en la Universidad Estatal de Florida. "Ahora, ayudo a cientos de estudiantes a saber que está bien ser católico... y si lo hago bien, ¡no tardarán décadas como me costó a mí!"