alice
alice

"No se puede creer en Dios sin creer que existe el diablo", dice Alice Cooper, padre del HardRock

Las letras de sus canciones hablaban de muerte, violencia, sexo, alcohol, drogas y eran una oda a la desesperanza. Sin embargo su vociferante HardRock con loas al mal tendría un punto final.

por Equipo Portaluz

31 Octubre de 2013

“Estamos dando vueltas en esta bola de odio... no hay libertad condicional, no hay gran escape, estamos condenados en este lugar hasta el final de nuestros días... Este mundo es muy perfecto (Que vista). Es precisamente como un paraíso (para mis ojos). Una gran creación verdadera. Desde aquí arriba se ve tan bien (para mis ojos). Es un planeta brutal. Es como un infierno. Era un jardín sagrado”.

Así es la provocadora letra de “Brutal Planet”, una de las muchas creaciones con las que Alice Cooper hacía honor al pacto que lo había lanzado a la fama arrasando en los escenarios estadounidenses.

El año 2006, a través del programa radial “Noches con Alice Cooper” emitido por decenas de radios norteamericanas y con Podcats disponibles en Internet, comenzó a sincerar su vida...

En los videos musicales de la primera época de la banda y en vivo -dice Cooper-, recreaba su ya conocido pacto con el Ocultismo, satirizando las imágenes religiosas católicas. “Este pacto”, dice, “potenció” su carrera como padre del género HardRock durante los años 70. Estilo que se inspira en la percusión excitante de los ritos de vudú y magia negra de los grupos afroamericanos, ritmos y ritos estrechamente vinculados a lo sexual.

El pacto, el rito, los resultados

Sin embargo, antes del imprevisto éxito musical, Vincent Damond -su nombre real-, nacido el 4 de febrero de 1948 en Detroit, Michigan, había crecido en una familia cristiana comprometida y activa. Su coqueteo con las guitarras eléctricas, se transformó en romance, recién en la mitad de los años 60, con la revolución cultural de la época, de la mano de Earwings, su primer grupo musical en la secundaria y de un pacto sellado más tarde utilizando la Ouija.

Cuenta Vincent a la Revista digital Knac.com que un buen día, “practicando con la Ouija, tomé contacto con el espíritu de una hechicera del siglo XIX llamada Alice Cooper”.

Dice que, la bruja le dijo que él era su reencarnación y que debía darse a conocer como tal. Así se los informó a sus compañeros de banda y de ser conocidos como Nazz, apoyaron s su líder adoptando el nombre The Alice Cooper Band. Luego se sumergieron en una bacanal revelaría al mismo portal Knac.com.

La fama a costa de signos de muerte trajo sus consecuencias

La banda inició una carrera incorporando tétricos shows en vivo, en los que Cooper se lucía con serpientes pitón en el cuello, recreaciones de matanzas o alegorías de loas al mal. La ferviente multitud que acudía a sus recitales escuchaba los consejos de sus letras, incitando a ser devotos del Mal, como venidos de un gran gurú espiritual...

Sin embargo, el rockero que marcó la generación de los 70 y que vendió más de 50 millones de copias con 21 álbumes, sufriría un importante revés.

Sus giras, la bohemia y el alcoholismo amenazaban seriamente su matrimonio. Nunca se mostraba en familia, pero en su extenuante ritmo de vida hubo una persona que lo salvó del abismo. “Mi esposa Sheryl -con quien llevamos más de 40 años casados- me animó a visitar a un predicador cristiano. Esta persona me lanzó un sermón incendiario sobre el infierno y me hizo tomar conciencia que allí yo no quería ir”, señaló a Knac.com. Asegurando que es la intervención divina lo que rompió también sus hábitos alcohólicos a mediados de los ochenta. “Yo era lo que se conoce como un alcohólico funcional, probablemente el más funcional de todos los alcohólicos. Honestamente creo que fui sanado totalmente, creo que se puede decir que es un milagro. Es la única forma como lo puedo explicar. El alcohol está absolutamente eliminado en mi vida”

"Alaben a Dios por lo que soy ahora..."

A comienzos del 2000, Alice Cooper se volcó a la fe cristiana, reencontrándose con la fe de sus padres. “Me considero muy abajo en la escala de cristianos conocedores... yo era una cosa antes, ahora soy algo completamente nuevo. No juzguen a Alice por lo que solía hacer. Alaben a Dios por lo que soy ahora”.

Hasta hoy, Vincent indaga en los misterios de Dios, y con seguridad afirma: “Sí, es cierto, soy un cristiano que ha vuelto a nacer. Porque cada uno de los que creen en Cristo vive una vida nueva, tiene una percepción diferente de la propia existencia. No es como en la Cienciología, en donde todo se basa en tus fuerzas, en tus capacidades, en tu esfuerzo por mejorarte. El cristianismo, en cambio, es una relación personal con Cristo: no es una cuestión de reglas o de técnicas...”

Caridad y certezas de Fe

Aunque es blanco recurrente de críticas y burlas sobre su conversión Alice Cooper no se inquieta. Como reparación, parte de sus ganancias las ha destinado a la creación de un centro comunitario en Phoenix, Arizona, con el fin de ayudar espiritualmente a los adolescentes, al que bautizó como The Solid Rock.

Cuando el diario británico The Sunday Times le consultó cómo un rockero rebelde de 65 años podía creer en Dios, él simplemente respondió “beber cerveza es fácil, destrozar la habitación es fácil, pero ser cristiano, eso es una verdadera rebelión”.

Pero sus declaraciones más reveladores las hizo al cierre de su entrevista al portal Knac.com señalando que...

"No se puede creer en Dios sin creer que existe el Diablo. Siempre le digo a los integrantes de las bandas de rock que lo más peligroso que se puede hacer es creer que el Diablo es un concepto o que Dios es un concepto. Si tú crees que todo esto es sólo una mitología eres el blanco preferido del Diablo, pues crees justamente lo que Satanás quiere que se crea de él, que es un mito. Sin embargo él no es un mito, estoy totalmente convencido de ello. Más que nadie en el mundo. Estoy realmente convencido de esto" .