por Portaluz
13 Mayo de 2022
Cuando Neelakanta Pillai se bautizó como católico en 1745, sabía que al dejar la comodidad de su rica familia hindú de alta casta sería presa de la persecución y una muerte casi seguras. "A pesar de las amenazas a su vida, a pesar de la persecución, a pesar de los peligros para su propia existencia, estaba dispuesto a proclamar a todo el mundo que amaba de verdad a Cristo, que estaba dispuesto a dar testimonio y a dar su vida por Cristo", destacó a la Agencia Católica de Noticias el padre Harris Pakkam, director de la Agencia de Noticias Salesiana (ANS).
El padre Harris explicó que sólo cuatro años después de haber tomado el nombre cristiano Devasahayam (Lázaro) en su bautismo, experimentó el arresto, el encarcelamiento, la humillación, la tortura y finalmente la muerte.
Referente para quienes son perseguidos por su fe
El 15 de mayo de 2022, poco más de 270 años después de su martirio, Devasahayam Pillai será canonizado junto con otros nueve hombres y mujeres en la Plaza de San Pedro. "Con este momento ... de frescura que se está infundiendo a través de esta canonización de Devasahayam Pillai, creo que habrá un gran renacimiento, un gran crecimiento y un momento de gran fuerza para la Iglesia en la India", alentó el padre Harris y añadió: "Es el primer mártir indio, el primer santo tamil, el primer laico indio (en ser canonizado) ... Es un momento de gran alegría para la Iglesia india, porque en el contexto que hoy vivimos (de persecución a los cristianos), un hombre hindú que fue castigado por hacerse cristiano es ahora elevado a los altares"
El padre Harris confidencia que descubrió a Devasahayam por primera vez en 2012, poco después de que este laico fuera beatificado y reitera el valor que incluso para hindúes de otros credos podrá tener la canonización. "Hay que saber que la India es un país con varias religiones, hinduismo, islam, sijismo, jainismo, zoroastrismo, etc. Así que los cristianos son una minoría muy pequeña. El cristianismo llegó desde la época de Santo Tomás Apóstol, aunque no ha crecido mucho. La mayoría de los hindúes que se han educado en nuestras instituciones aprecian mucho esto, lo que el cristianismo ha hecho por ellos, y definitivamente incluso los hindúes que están viendo este evento se unen a los cristianos", señaló.
El primer laico santo de India
Devasahayam, cuyo nombre de pila significa Lázaro en tamil, creció en el seno de una familia acomodada en el actual estado indio de Tamil Nadu. A los 30 años, ya era soldado, oficial de la corte del Reino de Travancore y encargado de la tesorería del rey.
Gracias a este trabajo, conoció a un oficial naval holandés que se convirtió en su amigo. Cuando Devasahayam empezó a luchar contra la tristeza por las dificultades con su familia, el oficial le presentó primero la historia de Job en el Antiguo Testamento y, luego, el cristianismo en su conjunto.
Aunque la conversión era ilegal, Devasahayam pronto supo que quería entregarse a Cristo. El oficial naval le presentó a un sacerdote jesuita, que le preparó para el bautismo. "Y una vez que el padre Bouttari [Italus] se convenció de que este hombre no tenía miedo a la muerte, que estaba dispuesto incluso a dar su vida por Cristo, dice: 'Sigamos adelante y bauticémoslo'", dice el padre Harris Pakkam.
El sacerdote recuerda que, desde su bautismo a los 32 años, Devasahayam asistía a la iglesia, frecuentaba los sacramentos, evangelizaba a los demás y hablaba contra las injusticias. Incluso la esposa de Devasahayam y otros miembros de su familia se convirtieron al cristianismo tras su testimonio. "Cómo vivir esta santidad incluso en tu vida familiar ordinaria, este hombre lo demuestra. Primero ha evangelizado a su familia, luego a sus amigos... a sus colegas. Y esto es lo que nos pide este santo: ¿En qué medida compartes a Cristo con la gente que te rodea?", comenta padre Harris.
Apenas cuatro años después de la conversión la fe de Devasahayam, fue puesta a prueba cuando al ser arrestado por cargos falsos. En lugar de ser asesinado de inmediato, Devasahayam fue atado y arrastrado por las calles, donde la gente le escupió y le golpeó con palos de espino, como advertencia a otros hindúes para que no se hicieran católicos. Lo torturaron periódicamente durante años por negarse a someterse a los ritos y rituales hindúes.
"De hecho, los cristianos que sufren en tantos países del mundo, incluso los que hoy en día experimentan persecución, deberían admirarlo, sacar fuerza y esperanza y valor de él. La historia de su martirio es realmente muy conmovedora. Tanto dolor, tanta agonía, que sufrió durante casi tres años. Y su alegría fue plena cuando supo que iba a ofrecerse por Cristo", destaca padre Harris
Los soldados que custodiaban Devasahayam estaban tan asombrados de su fe y por los pequeños milagros que presenciaban, que se ofrecieron a dejarle escapar. Pero él se negó porque sabía que serían castigados. En la noche del 14 de enero de 1752, Devasahayam fue llevado de la prisión a una colina rocosa, donde le dispararon tres veces. Como no murió, le dispararon dos veces más, y luego otras tres. Sus asesinos dejaron su cuerpo en la selva, esperando que fuera consumido por los animales. Pero tras cinco días de búsqueda, personas que conocían a Devasahayam recuperaron sus restos y lo enterraron en la iglesia local. Su tumba sigue estando en la Catedral de San Francisco Javier de Nagercoil, en el sur de la India.
"Definitivamente, siento que el sufrimiento que ha padecido y la gran paciencia, el gran celo que ha manifestado, es una gran lección para nosotros hoy. También para el resto del mundo, este santo puede ser un poderoso intercesor. Su compromiso, su celo por Cristo puede ser también una gran invitación para que todos vivan bien su fe", finalizó diciendo el padre Harris
Fuente: CNA